La aparente complicada situación de la economía que se avecina es buen motivo para planear en su compañía

Hay años que tienen una misma predicción unánime de parte de los analistas y expertos del mundillo financiero y otros, como 2013, de los que no se puede decir con seguridad sí serán positivos o más bien desatrosos. El acuerdo de mínimos alcanzado en el Congreso para evitar un precipicio fiscal es, en apariencia, un alivio aunque en el fondo sí habrá un aumento de impuestos del 2 por ciento para la mayoría de los estadounidenses.

Eso puede suponer una pequeña debacle para el consumo y una situación de mayor crisis para Europa. China además ha entrado en un proceso de desaceleración y eso puede tener consecuencias para muchos pequeños empresarios en Estados Unidos.

Por eso es importante estar preparado.

—Siga adelante incluso en momentos difíciles. Investigue nuevas opciones de diversificación cuando sienta que comienza el pánico generalizado y en su competencia. El miedo puede ser el peor consejero para un negocio. Destiérrelo.

—Hable con sus empleados. Ellos suelen ser la mejor fuente de ideas para su empresa y una posible salvación en momentos en que las cosas no van tan bien para la compañía.

—Regrese a los orígenes. Después de años puede que haya olvidado el propósito por el que comenzó su empresa. Piense si todavía es posible esa visión y el camino para poder lograrlo, además de aprovechar el año nuevo para reconectar con todo aquello que haya dejado abandonado o por el camino. Año nuevo, vida nueva.

 

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