Este año que termina muchas tiendas monoristas cerraron locales y otros se declararon en bancarrota. El 2018 será igual o peor

Las ventas en línea han sido un golpe mortal para muchas tiendas minoristas, entre ellas grandes marcas que durante años habían sido las preferidas de los consumidores de a pie.

La debacle ya se veía venir con la moda que impusieron las grandes firmas tecnológicas de ventas en línea, como e-Bay y Amazon, entre otras. La gente comenzó a ver la facilidad y control que esta tendencia les ofreció como compradores con un poder casi ilimitado… sin salir de casa.

El 2017 fue mortal para más de 20 reconocidas tiendas minoristas en todo el país, incluyendo a nombres como Radio Shack y Toys R Us. Algunas cerraron sus puertas, otras recortaron su número de locales y otras más se declararon en bancarrota.

Entre los almacenes de ventas al por menor que ya sufrieron durante este año que termina y que al parecer lo seguirán haciendo en el 2018 –de acuerdo a una nota de usatoday.com– podemos mencionar a:

Sears. Esta tienda de abolengo en todo EEUU ha cerrado locales a un ritmo alarmante y todo indica que el 2018 será tanto o más catastrófico debido a que su deuda supera de forma preocupante a sus activos.

Toys R Us. El gigante de ventas de juguetes se declaró en bancarrota hace apenas unos meses. La voraz competencia de otras tiendas físicas y digitales la han desangrado peligrosamente.

JC Penney. Esta tienda departamental ha hecho un gran esfuerzo por mantenerse en la lucha y eso se ha visto reflejado en un aumento de sus ventas. Lamentablemente, sus pérdidas también han ido en un tobogán.

Barns & Noble. Conocido como el lugar donde se podían comprar libros en un ambiente relajado pero con estilo, Barns & Noble no ha podido competir con la avalancha digital. Si bien ha hecho movimientos para mantenerse en el gusto del público, como vender comida e incorporar otros productos a sus anaqueles, sus pérdidas han sido constantes en los últimos años.

Payless. La cadena de zapaterías ha ido en picada desde hace algún tiempo, cerrado locales a diestra y siniestra. También tuvo que ampararse bajo la ley de la bancarrota para amortiguar una seguidilla de pérdidas, pero no se ve que en el 2018 sea el año del cambio para una marca que también ha sido víctima de la corriente digital.

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