Imagen de estafador

El buen crédito es algo esencial para poder progresar económicamente en los Estados Unidos.

Establecerlo lleva años de esfuerzo pagando tus deudas a tiempo, siendo responsable con tus compras y solicitando nuevos créditos sólo cuando son necesarios. Cuando tienes buen crédito, puedes conseguir préstamos con tasas de interés más bajas ahorrándote miles de dólares al momento de financiar una casa, comprar un vehículo o hacer compras con tarjetas de crédito. Con tanto dinero en medio, tienes que hacer todo lo posible para proteger tu crédito de los estafadores que te “roban” la identidad. El robo de identidad ocurre cuando un delincuente se hace pasar por ti para solicitar tarjetas de crédito, préstamos y más. Una vez que le otorgan este crédito, desaparece con el dinero y es la víctima quien tiene que responder. El año pasado casi nueve millones de personas reportaron ser victimizadas. Perdieron hasta 5,700 dólares y se pasan meses o años reparando el daño hecho. La ley aún no nos protege lo sufi ciente y es la responsabilidad de cada uno de nosotros seguir estos pasos para evitar ser la próxima víctima:

Revisa tus historiales de crédito anualmente.

Cada persona tiene tres historiales de crédito, uno por cada una de las tres agencias de los Estados Unidos que manejan esta información. Por ley, toda persona tiene derecho a revisar sus historiales sin pagar nada una vez al año. Para conseguir estos historiales debes visitar el sitio en Internet annualcreditreport.com o llamar al 1-877-322-8228. Este es el único servicio organizado por las tres agencias para cumplir con la ley

Mantente al tanto de tus cuentas.

Si de repente te suben las tasas de interés o te comienzan a negar crédito cuando antes no pasaba, puede ser que esté ocurriendo porque otra persona está usando tu identidad y dañando tu crédito. Revisa atentamente los estados de cuenta que te llegan por correo y pregunta exactamente por qué te cambiaron los términos o te negaron el crédito.

Considera congelar tu crédito.

Conocido como “credit freeze” o “security freeze” en inglés, esto prohíbe a las agencias de crédito compartir tu información con terceros. Si un banco o financiera no puede revisar tu historial de crédito, entonces no van a otorgarte un nuevo crédito. Aunque alguien te robe la identidad, no podrá abrir nuevas cuentas y aprovecharse de ti. Para hacer esto tienes que solicitarlo por escrito a cada una de las tres agencias. En algunos casos tiene un costo módico hacerlo. Piénsalo bien antes de pedirlo porque tú tampoco vas a poder solicitar nuevo crédito. Es posible descongelarlo por un plazo corto o para siempre, pero hacerlo lleva como mínimo una semana. Así que esto no es recomendable si estás a punto de pedir un préstamo.
Estos pasos, aunque requieran un poco de esfuerzo, valen la pena porque protegen el bien más valioso que tienes: tu nombre.

 

Share.

Inscríbase a nuestro boletín

Reciba todos los artículos más importantes a su email