Personas exitosas celebrando

La cuatro “D’s” del éxito: deseo, disciplina, determinación y dirección

Cualquiera puede tener una idea de cómo iniciar un negocio, donde encontrar una locación oportuna para abrir un concesionario, que producto vender, como venderlo y a quien venderlo. Uno puede planear cada uno de los pasos para abrir un negocio, pero al final se requiere dinero. Lo que la mayoría de los nuevos empresarios tienen es un gran entusiasmo—pero no todos inician con capital.

En algún punto de nuestras vidas nos preguntamos qué podemos hacer diferente para ser más exitosos. Algunas personas tal vez no son tan creativas para tener ideas, entonces puede que le pregunten a otros como pueden prosperar. En algunos casos estos individuos tienen una esposa, un esposo, un primo o un amigo, quienes le pueden aconsejar a ella o a él: haz esto, haz esto otro, toma ventaja de esto, toma ventaja de lo otro.

Algunas personas pueden estar mirando por encima de su hombro y si no toma usted esa oportunidad otros lo harán, y van a tomar esa ventaja y van a avanzar antes que usted, y luego que usted se da cuenta se va a jalar el cabello y porque no hasta llorar, “Porque no pensé en eso antes”? La gente está hambrienta de saber como a otros les va mejor que a ellos. Que “switch” fue conectado, cuando fue conectado, que me deja a mí de ganancia, como me aprovecho. La Asociación de Pequeños Comerciantes (The Small Business Association) reporto que de 627,200 nuevos negocios que abrieron sus puertas en el 2008; 595,600 cerraron; 43,546 se fueron en bancarrota en el mismo año. La proporción de nuevos negocios que tuvieron éxito fue de solo tres en diez negocios y al final solo la mitad de estos sobrevivieron más de cinco años.

Iniciar un negocio y hacerlo exitoso no es una tarea fácil; continuarlo no solo necesita entusiasmo pero dedicación, una piel bien gruesa para manejar todos esos rechazos, y al mismo tiempo poner mucha atención de lo que nos rodea para que nadie esté sacando ventaja de uno, pensando: Este es nuevo en los negocios, está comenzando, es un novato, un ingenuo y por ende vulnerable a los tiburones.

¿Cómo puede usted proteger su inversión, y al mismo tiempo dar un buen servicio a su cliente al punto que sus clientes estén convencidos que su servicio o producto no los está tomando por el pelo y que se conviertan en clientes que repiten y que vuelvan a buscarlo? Que vender, a quién vender, quién es su competencia, en qué son similares, en qué son diferentes. ¿Tiene usted la determinación para mantener sus ideas sin dejar nada en la mesa?

La resolución de entender que los próximos días, semanas, meses –y por que no- años, usted no va a tener un día de descanso, no va a tener días feriados, va a trabajar largas horas y muy probablemente no va a recibir salario. Usted va a tener que demostrarse a sí mismo cuán disciplinado es usted en lo profundo hasta llegar tan adentro como a sus huesos. Poder tener ese control interno de despertarse todos los días como que fuera el mismo primer día, nunca pensando, ayer fue un día muy malo, no sino pensando, hoy va a ser un mejor día. Esa determinación que no importe cuan difícil es allá afuera, en el frío y cruel mundo que usted pueda darle vuelta y seguir luchando.

Esa disciplina, ¿de dónde viene?

En muchos casos se desarrolla cuando uno es pequeño, jugando deportes, coleccionando estampillas, monedas, plumas, etiquetas de latas, etc. Esa disciplina depende de poder seguir manteniéndose al día, trabajando duro y más duro, no dándose por vencido, como el viejo proverbio, ni siquiera un paso atrás para tomar impulso.

¿Qué dirige su espíritu y su alma para mantenerse en el curso adecuado, mantener su dirección?

Lo que sea que lo mantiene a usted con su entusiasmo ahora lo va a tener que elevar al valor exponencial más alto para confrontar sus derrotas, porque no importa que tan buena su idea sea, van a haber errores, va a tener que ajustarse y va a tener que rápidamente reajustar su estrategia y readaptarse a las circunstancias.

Grandes deseos y sueños solamente no van a hacerlo posible. Su corazón y su cerebro pueden decirle que su idea es la mejor idea del mundo, usted puede sentir que se le va el habla, que no puede respirar, sus ideas le salen naturalmente, rápidamente y usted siente inmediatamente que las tiene que poner en práctica, que las tiene que convertir en realidad. Pare, escríbalas, revíselas todos los días, trate de desarrollarlas en papel antes de hacer una decisión basada en sus emociones. Su nivel de entusiasmo lo puede cegar y mientras que su deseo puede ser del más alto nivel eso no quiere decir que lo va a lograr. Usted va a necesitar combinar sus deseos y la dirección donde quiere llegar y elevarlos exponencialmente y luego va a tener que agregar su disciplina en la formula y multiplicarlos con su determinación para obtener no “ds” pero sus cuatro “Ds”

Esta “D” no significa una “d” promedio que recibe usted en la escuela por pasar dejando el pelo en el alambre: no, va a necesitar más que una nota de pasar; usted ahora está jugando en la primera división. Si usted de verdad quiere ser dueño de una empresa, de su propio negocio va a necesitar mejores letras, deberá brillar en una forma muy intensa. Usted ahora va a tener que estar a la cabeza de la clase, sus cuatro Ds tienen que propulsarlo al éxito y ahora debe usar todos sus esfuerzos en hacerlo posible.

Casos

¿Usted ha tratado de abrir un negocio en el pasado? ¿Qué tipo de situaciones adversas ha experimentado? Cuéntenos sus experiencias en: www.AskJerryhow.com

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