Cómo llevar un inventario adecuado para no incurrir en problemas de cara a la declaración de la renta

Cuando emprendemos un pequeño proyecto comercial, o montamos un negocio o empresa pequeña, es imprescindible aprender a llevar la contabilidad. Esto no sólo nos permitirá tener un mayor y mejor control de casi todos los aspectos contables, sino que también ayuda a ahorrar y evitar eventos impositivos ante inspecciones del fisco.

En esta historia aprenderemos las bases, así como el por qué de la necesidad de llevar la contabilidad en un negocio pequeño, y algunos buenos trucos para mantener el orden.

Una vez dado de alta el negocio, con todo y su facturación lista, puede llevar la contabilidad muy fácilmente. Primero es necesario tener un control de todas las ventas del día para conocer los ingresos diarios. Luego, llevar la cuenta de todos los gastos, como compras a proveedores, rentas, consumo de servicios y demás; esto irá en la parte de egresos. Al final de cada día puede hacer un balance, o de cada semana. Así, el último día hábil del mes puede hacer el balance general entre ingresos y egresos, llevando registro de las facturas o tickets emitidos, para poder contrastarlos fácilmente si fuera de necesidad.

Otros detalles que puede llevar en la contabilidad es el inventario de productos e insumos. Para ello, puede seguir el modelo de ingresos y egresos de dinero: anota la cantidad ingresada (comprada) de cada producto y, en la columna conjunta anota la cantidad de ese producto que va siendo vendido (también el que estuviera defectuoso). Así, a simple vista puede saber cuántas unidades le quedan de cada cosa. Nuevamente: un sistema informático facilitaría todo esto, y puede aprovecharlo por poco dinero, incluso gratis en algunas versiones, siempre respetando los derechos de autor.

Otro informe a analizar es el control en los servicios que estamos utilizando, tales como los recibos del agua, de la luz, del teléfono, entre otros. Si hay personal a cargo, no debemos olvidar contar con las planillas en orden para los pagos correspondientes, al igual que los seguros por accidente.

Por último, tenga siempre a mano dinero para la «caja chica» en caso de que tengamos que comprar algo de emergencia o de alta prioridad, además de hacer pagos con cheques a los proveedores para no manejar mucho efectivo dentro del local.

 

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