Se trata de un beneficio que puede ahorrarle miles de dólares al año

Admítalo: Usted seguramente pasa más tiempo comparando los precios de sus compras por internet que revisando el material para la inscripción anual de beneficios. Esto es un grave error, porque el dinero que puede ahorrarse eligiendo el paquete correcto de beneficios ofrecido por su empleador probablemente sea mucho más de lo que pueda ahorrarse al comprar una TV de pantalla gigante.

Por ejemplo, muchas personas no se inscriben en un beneficio que es extremadamente valioso —las cuentas de gastos flexibles, o FSA, por sus siglas en inglés. Si su empleador se las ofrece, las FSA le permiten pagar los gastos de atención médica/o de dependientes que deba pagar de su bolsillo, antes de deducir sus impuestos —es decir, antes de que le deduzcan de su sueldo los impuestos federales, estaduales y del Seguro Social. Usando una FSA para cubrir los gastos que pagaría de todos modos, usted descuenta ese monto de sus ingresos imponibles lo cual, a su vez, reduce sus impuestos.

Así es como funciona: Supongamos que usted gana 40,000 dólares por año y pertenece a una categoría fiscal del 25 por ciento. Si usted aporta 1,000 a la FSA de gastos de salud y 3,000 a la de gastos de dependientes, sus ingresos imponibles serían de 36,000 —casi una reducción de $1.000 solo en impuestos federales, dependiendo de su estado civil, reteniendo deducciones y otros factores. (Use la calculadora de DinkyTown para evaluar su situación).

Las FSA de salud le permiten pagar los gastos médicos autorizados por el Servicio de Renta Interna (IRS) que no estén cubiertos por el seguro médico, odontológico u oftalmológico, incluyendo los deducibles, copagos, ortodoncia, anteojos y lentes de contacto, prescripciones, quiropráctica, programas para dejar de fumar, y mucho más. Consulte la Publicación 502 del IRS para ver la lista de gastos deducibles.

Las FSA para gastos de dependientes le permiten usar su dinero antes de deducir impuestos para pagar los gastos relacionados con el cuidado de sus hijos, cónyuge o padres discapacitados, u otros dependientes que no pueden cuidarse por sí solos, incluyendo:

—Los honorarios del personal matriculado de cuidados diurnos o de instituciones geriátricas.

—Los servicios provistos dentro o fuera de su casa (incluyendo la niñera, la guardería infantil o el campamento de verano) para que usted o su cónyuge puedan trabajar, buscar trabajo o ir a la escuela la jornada completa.

—Las actividades extra-programáticas antes y después de la escuela para dependientes menores de 13 años.

—El cuidado de sus hijos por parte de parientes mayores de 19 años que no sean dependientes suyo.

Para algunas familias de bajos ingresos, usar el crédito fiscal por cuidado de dependientes del impuesto federal a las ganancias es más ventajoso que una FSA; por lo tanto, estudie los números o consulte con un experto en impuestos sobre qué alternativa le conviene más. Solo sepa que no se pueden incluir los mismos gastos en ambas categorías fiscales.

Sus aportes a las FSA se descuentan de su sueldo a lo largo del año. A medida que va incurriendo en gastos elegibles, usted entrega los comprobantes al administrador del plan para su reembolso. Además, muchos empleadores ahora ofrecen tarjetas de salud prepagas, que le permiten usar su tarjeta en el punto de servicio para pagar gastos médicos calificados, eliminando la necesidad de tener que pagar en efectivo y presentar formularios de reembolso.

Tenga presente estas restricciones de las FSA:

—Los montos de los aportes máximos varían de acuerdo al empleador, pero generalmente van de 2.000 a  dólares 5.000 por año para las FSA de salud y 5.000 dólares para las de dependientes.

—Los aportes de las cuentas de salud y cuidado de dependientes no son intercambiables.

—Calcule los gastos planificados con cuidado porque debe renunciar a los saldos no utilizados de las cuentas. Algunos empleadores ofrecen un período de gracia de hasta 2 meses y medio después de la finalización del año del plan para incurrir en gastos, pero no es obligatorio; por lo tanto, lea atentamente el material de inscripción.

—Debe reinscribirse en las FSA todos los años —los saldos no se trasladan de un año a otro.

 

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