Parece una situación utópica aunque no menos cierta. Nunca antes hubo tantos puestos de empleo abiertos en la historia de Estados Unidos, seis millones en total, señal de la sólida recuperación de la economía de la primera potencia mundial. La cifra engordó tras las 259.000 posiciones que se añadieron durante el mes de abril, un 4,5 por ciento de acuerdo al Buró de Estadística de Trabajo.
De esa cifra, 174.000 corresponden a puestos de trabajo no agrícolas, parte de una tendencia que arrancó durante los primeros meses del año mientras los expertos confían en que las líneas de la gráfica entre oferta y contrataciones ya cerradas se vayan acercando.
Ahí es donde radica el problema en realidad, en los problemas que están encontrando muchas empresas para conseguir personal cualificado y en el hecho de que los salarios de alto rango no son tan abundantes como en el pasado. “Si uno está buscando un trabajo, lo va a encontrar. El problema es que puede que no sea exactamente lo que estaba buscando”, indica a CNBC Peter Boockvar, analista jefe de Lindsey Group.
La conclusión de Boockvar es que no hay suficientes trabajadores para abastecer la demanda y eso a la larga puede suponer un problema para el crecimiento de las empresas. Todo ello en un momento en el que la tasa de desempleo se ha situado en el 4,3 por ciento en mayo.
Se trata de un momento clave para miles de empresas latinas de pequeño y medio tamaño en California. La oportunidad de crecimiento está ahí, pero de la capacidad para contratar el personal adecuado dependerá el conseguirlo.
