La oferta de empleo aumentó en 117.000 plazas disponibles con respecto a junio hasta rozar los 7 millones y establecer un nuevo récord
Ofertas de empleo por doquier. Candidatos disponibles para ocuparlos, no tantos. Esa parece la conclusión que arroja el último informe del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, que refleja un récord histórico en el número de puestos de empleo vacantes a nivel nacional, casi 7 millones.
En total, la oferta aumentó en 117.000 puestos de trabajo en junio hasta los 6,94 millones de plazas, un incremento del 12 por ciento con respecto al año pasado en pleno auge de la economía estadounidense.
También ha crecido de forma considerable el número de personas que renuncian a su empleo de forma voluntaria, un indicador del nivel de confianza del trabajador en encontrar algo mejor o en apostar por una empresa propia. La cifra se ha situado en 3,6 millones, un incremento de 106.000. El porcentaje de renuncias es el del 2,4 por ciento, un número que no se registraba desde abril de 2001.
No hay duda de que el mercado de trabajo en Estados Unidos atraviesa por uno de sus momentos más sólidos, con una tasa de desempleo del 3,9 por ciento. El número de puestos disponibles superó al de desempleados en 659.000, un dato que ve la luz días después de que el Departamento de Trabajo anunciara la creación de 201.000 nuevos empleos en el mes de agosto. Encaja además con el aumento salarial registrado durante ese mes al mayor ritmo desde 2009.
Son datos que parecen indicar la solidez financiera de la primera potencia mundial. El producto interior bruto alcanzó un 4,2 por ciento en el segundo trimestre y apunta hacia otro 4 por ciento en el próximo periodo, sin que haya de momento señales de desaceleración.
