El pasado mes de marzo se registró un fuerte aumento de costos de alimentación y vivienda, un efecto que ya está impactando negativamente a varios negocios
A pesar de que la inflación se ha mantenido a un nivel bajo, el índice de precios al consumidor registró una alza del 0.2 por ciento el pasado mes de marzo, lo que significó un golpe directo al bolsillo del consumidor y a las operaciones de varios negocios, específicamente a los involucrados en los sectores de la alimentación y la vivienda.
Las causas apuntan a fenómenos naturales que han asolado a varias partes del país, como la sequía reciente y las tormentas invernales en la costa este y la parte central de los Estados Unidos, situaciones que se reflejan en, por ejemplo, el precio de la carne, el cual ha alcanzado cifras históricas. Esto ha afectado a empresas como R.C. Provision ubicada en la ciudad de Burbank, California, la cual provee productos de carne a gran escala, y que debido a los precios de la materia prima se ha visto en problemas para cumplir con la demanda. También se produjo un aumento de costos en el precio de la carne avícola y del huevo.
Pero en otros rubros también se han registrado aumento de costos, como en los precios de las rentas de vivienda, el cual en marzo subió un 0.3 por ciento. Los consumidores, además, de seguro se han fijado en la subida del precio de la gasolina, otro sector que afecta también a los empresarios que dependen del combustible para mover sus productos y servicios. Habrá que esperar los efectos que esta situación tendrá con otras industrias.
