Por lo general, los hombres son más propensos a querer cambiar las cosas con sus inversiones, algo que puede ser contraproducente, dice Mark Chandik, presidente de FDP Wealth Management y autor del libro «10 Estrategias Financieras para el Inversionista Inteligente» (www.fdpwm.com).
«Los hombres aman jugar con las cosas», dice. Los riesgos los estimula. Sus amigos les dan consejos o leen un artículo en el Wall Street Journal, y quieren hacer algo. «Las mujeres tienden a tomar decisiones cuidadosas por anticipado, y luego dejan su dinero por sí solo», comenta el especialista.
Un estudio realizado por SigFig, compañía de manejo de fondos en línea, mostró que en un período de 12 meses que terminó a principios de 2015, las mujeres derrotaron a los hombres por un promedio del 12 por ciento. Los hombres también tenían un 25 por ciento más probabilidades de perder dinero en el mercado de valores, informó el estudio.
Hay varios factores que probablemente atraen a los hombres a pensar que hacer cambios constantes en su cartera de inversiones es la forma más inteligente de invertir. Pero esos mismos factores parecen no ejercer la misma atracción de las mujeres.
Entre estos factores se encuentran:
• No entender bien las ganancias y las pérdidas. Una de las principales razones por la que muchos inversionistas –los hombres en particular– se enamoran de la inversión activa es que tienen una idea equivocada acerca de la ganancia y la pérdida, dice el experto. Por ejemplo, dice, de 2009 a 2015, muchas personas vieron los rendimientos anuales de dos dígitos y llegaron a considerarlo como una norma. Ellos esperan que continúe, pero este crecimiento no es sostenible. Por eso, cuando se producen años débiles o negativos, tienen que resistir la tentación de abandonar un enfoque paciente, dice Chandik.
• Medir el tiempo del mercado. Algunos inversionistas se convencen de que el secreto de una buena inversión es el tiempo: comprar y vender una acción en el momento oportuno. «Los que miden el tiempo del mercado pueden llevarse algo grande solo muy de vez en cuando», dice Chandik. «Hay demasiados factores que intervienen, demasiadas cosas que no puede saber o que están fuera de control. No sólo tienen que comprar una acción en el momento adecuado –justo antes o después de que toca fondo–, también hay que venderla en el momento justo, deshacerse de ella mientras está todavía caliente».
• La tecnología fomenta malos hábitos. Una de las razones por las que medir el tiempo del mercado se ha convertido en una tentación es porque la tecnología ha hecho que la compra y venta sea más rápida y más fácil que nunca, dice Chandik. «Hoy en día, un cliente puede comprar o vender una acción a través de una aplicación en su teléfono inteligente. La liquidez es una locura que lleva a algunos hábitos muy malos», indica el especialista. Chandik dice que trabajar con un asesor experto puede ayudarle a poner freno a estos malos hábitos. «Es esencial que tanto el cliente y el asesor tengan expectativas claras desde el principio», dice.
«Muchas personas, por ejemplo, están bajo la impresión de que el trabajo del asesor financiero es ganarle al mercado. Así no es. Ningún asesor –al menos uno que tenga ética– puede prometer rendimientos superiores a los de mercado».
El papel del asesor incluye la comprensión de los objetivos del cliente, la evaluación de los factores de riesgo y la elaboración de un plan que satisfaga las necesidades del cliente.
Con información de News and Experts
