Imagen de auto Toyota

Toyota aceptó ayer el castigo impuesto por las autoridades estadounidenses por ocultar durante meses un defecto en sus vehículos

al acordar pagar una multa de 16,37 millones de dólares, aunque dijo que esto no supone reconocer su culpabilidad.

El secretario de Transporte estadounidense, Ray LaHood, dijo a través de un comunicado que está “satisfecho de que Toyota haya aceptado su responsabilidad por ignorar sus obligaciones legales de informar puntualmente sobre cualquier defecto».

Aunque Toyota aceptó abonar «la pena civil» exigida por el Gobierno estadounidense se negó a reconocer que el pago de la multa supone aceptar su culpabilidad.

La multa fue impuesta por un defecto que, en algunos de los modelos más populares de Toyota, hace que el pedal del acelerador se quede atascado y tarde en recuperarse una vez que el conductor deja de aplicar presión, lo que puede provocar aceleraciones involuntarias.

Hasta ahora, la mayor multa impuesta por las autoridades estadounidenses a un fabricante de automóviles había sido 1 millón de dólares a General Motors.

 

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