Ian Shepherdson, eminencia en el campo económico, predice que habrá creación de empleo en la segunda mitad de 2011 de la mano de mayor préstamos bancarios.

Finalmente llegan buenas señales para el mercado laboral. Lo dice uno de los hombres que predijo la catástrofe en el sector inmobiliario y la inminente recesión económica mundial que lo acompañó. Se trata de Ian Shepherdson, jefe economista de High Frequency Economics, una firma privada que analiza el comportamiento de las finanzas a nivel internacional.De acuerdo a Shepherdson en una conversación con el New York Times, la tan ansiada recuperación del mercado laboral en Estados Unidos sucederá en la segunda mitad del año que viene, después del dato positivo de 150,000 empleos creados el pasado mes de octubre.

Vendrá de la mano de un cambio claro en los préstamos de los bancos a nivel industrial y personal, una tendencia real que cada vez se sentirá más y más entre los pequeños negocios por su acceso al tan ansiado capital. Y debido a que esas pequeñas empresas son las que generan la mayor parte del empleo del país, eso significará un reducción considerable en la tasa de desempleo, actualmente situada en el 9.6 por ciento.

«La depresión de los pequeños negocios explica a grandes rasgos la debilidad que ha caracterizado este ciclo», dijo Shepherdson. De hecho, en el último trimestre supusieron dos tercios de toda la creación de empleos, un tipo de empleo mucho más sólido que el de las grandes corporaciones, que cada vez están buscando más trabajadores en el extranjero para ahorrarse los costes.

La buena noticia es que los números en los préstamos se han revertido después de una tendencia negativa que comenzó a finales de 2008, con una contracción de unos 7.000 millones por semana hasta junio de este año. Y aunque llegar a cero no significa que se pueden tirar cohetes todavía, este economista espera que los números se vuelvan positivos de en breve, a un ritmo de cuatro, cinco o seis mil millones de dólares por semana.

Buen momento para invertir en el mercado, con los índices bursátiles en un momento alcista que podría por fin estallar el año que viene si las buenas noticias comienzan a ser sostenidas.

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