Un inmigrante que se convirtió en dueño de una poderosa empresa comparte valiosos consejos para que un negocio florezca incluso durante una crisis económica
Millones de estadounidenses sufren dificultades debido a la dura crisis económica que atraviesa la nación. Pero los desafíos de la mayoría de personas palidecen en comparación con las sufridas por Daniel Milstein, quien emigró a Estados Unidos cuando era un adolescente de Kiev, Ucrania, durante los últimos días de control de la URSS del Bloque del Este.
Empobrecido, confuso, sintiéndose como un extraño y sin poder hablar inglés, Milstein hizo lo que mejor sabía: trabajar duro. Comenzó a través del estudio sin descanso y aceptando cada turno disponible en un McDonalds local. Finalmente, recibió su licenciatura con honores en gestión empresarial y un Doctorado Honoris Causa de la Universidad Cleary. Más tarde, Dan Milstein se convirtió en el fundador y director ejecutivo de Gold Star Financial, una de las compañías prestamistas más grandes del país.
Milstein, autor de «17 Cents and a Dream», ( www.danmilstein.com) y su compañía han continuado prosperando a lo largo de la recesión, en parte gracias a las lecciones que aprendió como inmigrante. El empresario ofrece los siguientes consejos que usted puede aplicar para sobrevivir en este tiempo de recesión, cortesía de newsandexperts.com:
1. Tierra de oportunidades: A pesar de su desventaja, Milstein fue capaz de ver los aspectos positivos y las oportunidades, porque después de todo, estaba en Estados Unidos, donde el esfuerzo individual y la iniciativa podría ser recompensados. Los estadounidenses tienen la libertad de ejercer una gran variedad de puestos de trabajo, aceptando aquellos que requieren poca habilidad pueden que no pagan bien, pero siempre y cuando usted continúe educándose, esto puede ser visto como un trampolín.
2. El tradicional trabajo duro: Al igual que muchas de las generaciones anteriores, incluidos los de la Gran Depresión, Milstein no recibió nada. Se lo tuvo que ganar, a veces trabajando de las 5 de la mañana hasta las 8 de la noche en un McDonalds cuando era adolescente. A pesar de estar en la cima de su compañía, «sigo trabajando más duro que cualquier otra persona», dice. También se asegura de conocer a cada uno de sus empleados y clientes, y de que estén contentos.
3. Comprender la cultura de su entorno: Cuando llegó a Estados Unidos, Milstein tuvo que entender la cultura y adaptarse a ella. Cuando se dio cuenta de que su manera brusca de hacer negocios –estilo soviético– ahuyentaba a sus clientes en Estados Unidos, se esforzó en ser más cálido, amable y un mejor oyente.
4. Escuche a sus mayores: La madre de Milstein le enseñó a trabajar siempre cinco veces más arduamente que los demás. Su abuelo le aconsejó que debía proteger su nombre y su reputación, y que podría llegar a ser lo que quisiera. Como adulto, recibió los consejos de una mujer de negocios mayor. Una de las lecciones más valiosas que le enseñó fue la de tomarse un tiempo para disfrutar de la vida.