En español se llamaría “Etiquétalo”, pero como en inglés abarca más mercado, el caballo de batalla de Ana Bermúdez se llama TAGit, una aplicación móvil que sirve para que el usuario pueda comprar lo que ve en su programa favorito de televisión: unos zapatos, un vestido o hasta el mobiliario que aparece en escena. A esta forma de comprar y de vender se le conoce como T-Commerce, y Bermúdez apostó todo lo que tenía para crear su propio sello.
Se trata de una idea ingeniosa que nació de la necesidad, de fijarse en los detalles y de encontrar un nicho que otros no habían detectado. Así nació TAGit, la compañía que fundó esta orgullosa residente de la ciudad de San Diego, quien forma parte de una nueva generación de latinos que se están abriendo paso en el mundo empresarial de EEUU.
De acuerdo a una encuesta que realizó recientemente la Stanford Graduate School of Business (GSB) y la organización Stanford Latino Entrepreneurship Initiative (SLEI) entre 4,900 compañías del país, el número de negocios propiedad de latinos ha crecido de forma arrolladora en los últimos años. “El estudio de Stanford es muy importante porque puede traer enfoque y más recursos para ayudar a los negocios hispanos aquí en Estados Unidos”, indicó Bermúdez.
“Empecé mi propio negocio en el 2013. Invertí todo lo que tenía en mi cuenta de banco, lo que tenía en mi 401k. Lo saqué todo y me arriesgué completamente”, señaló esta valiente empresaria que se graduó en finanzas en la Universidad de Notre Dame, en Indiana, pero que terminó aventurándose en esta corriente digital que ha revolucionado el comercio en general. Ella misma aclara que iniciar una empresa de tecnología puede ser costoso. En el caso de una aplicación móvil, dijo que gira en alrededor de 250,000 dólares “solo para crearla”, añadió.
Ana tenía claro su objetivo desde pequeña. La mayor de seis hermanos, dijo que sus abuelos les enseñaron el valor del dinero. “Si pasaba el paletero y había 5 dólares, teníamos que distribuir ese dinero entre 6 o más para que todos alcanzaran. Aprendí que cualquier dólar que yo tuviera tenía que hacerlo rendir lo más posible”, confiesa. Esa disciplina le sirvió para no darse por vencida cuando decidió cambiar las finanzas por el lanzamiento de su propia aplicación digital.
Actualmente, la empresa de Ana Bermúdez ha crecido más del 30 por ciento en el último año y medio. “Lo logramos con la ayuda del programa de Stanford, la Cámara de Comercio Hispana de EEUU y más que nada de la comunidad latina en todo el país. Este año tenemos la meta de que todas las personas que tienen un celular van a tener la posibilidad de comprar cosas que vean en la televisión”, adelantó la empresaria, que aprovechó para aconsejar a otros emprendedores latinos a que aprendan a adaptarse al mercado y a que nunca se rindan ni pierdan el enfoque de seguir adelante. Ella lo hizo y ha llegado muy lejos.
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