Imagen de asesoria financiera para ancianos

Las cuentas de los ancianos nunca son cosa fácil, pero posponer la conversación puede resultar contraproducente para ellos y para su familia cercana

Hace poco, un amigo mío se dio cuenta de que su madre necesitaba ayuda para manejar sus finanzas cuando encontró sus armarios llenos de cosas raras, como gomitas de jalapeño y muñecas Betty Boop de cabeza con resortes. “No había dudas de que los telemarketers se habían estado aprovechando de su amabilidad para venderle cosas que no quería ni necesitaba”, me dijo.Afortunadamente, su madre recibió la ayuda con agrado, pero no todas las familias tienen esa suerte. Algunos padres son extremadamente independientes y temen delegar el control sobre ciertos aspectos de sus vidas; otros pueden ser muy orgullosos y avergonzarles pedir ayuda. Posponer una incómoda conversación sobre asesoría financiera con sus padres puede resultar contraproducente tanto para ellos como para usted. Lo más probable es que, si usted está ayudando financieramente a sus padres, se estén perjudicando sus propios fondos de jubilación.

Nunca es demasiado pronto para familiarizarse con las cuestiones financieras, médicas y legales de sus padres para poder intervenir si es necesario. De ser posible, comience a hablar de estos temas cuando todavía estén bien de salud para poder divisar cualquier señal de advertencia de que algo anda mal.

Las señales a tener en cuenta son:

  • Facturas impagas, avisos de pagos atrasados o advertencias de cortes de servicios.
  • Llamadas de acreedores o agencias de cobro.
  • Indicios de que han tenido que elegir entre comprar medicamentos y comprar comida, pagar el gas u otras necesidades.
  • Exceso de correo basura, suscripciones a revistas o premios menores – indica que pueden ser el objetivo de los telemarketers o programas para hacerse rico rápidamente.
  • Mejoras en la casa aparentemente innecesarias o, por el contrario, señales de que no pueden pagar reparaciones necesarias.
  • Derroche inusual de dinero en vacaciones, autos nuevos, etc.


Mucho antes de que sus padres necesiten ayuda, ofrézcase a organizarles sus finanzas. Arme y actualice periódicamente archivos que contengan:

  • Detalles de sus bienes más importantes y papeles relevantes (como escrituras de casas, automóviles, joyas, etc.)
  • Deudas pendientes y recurrentes (hipoteca, préstamo automotor, facturas médicas, de servicios, etc.)
  • Todas las fuentes de ingreso, incluyendo el Seguro Social, las cuentas de jubilación e inversión y las cajas de ahorro.
  • El contenido de las cuentas bancarias, tarjetas de crédito, cajas de seguridad y las pólizas de seguro, incluyendo información sobre las claves, el agente y el beneficiario.
  • Testamento, fideicomiso, poderes, poderes para su atención médica y demás documentos que demuestren cómo desean que se manejen sus asuntos.
  • Datos de contacto del abogado, contador, agente de bolsa, planificador financiero, agente de seguros y otros asesores.

Otros consejos:

  • Ayude a sus padres a establecer y ajustarse a un presupuesto detallado para que siempre sepan cuánto dinero ingresa y egresa. Hay numerosas herramientas gratuitas para realizar presupuestos en sitios como www.mymoney.gov, the National Foundation for Credit Counseling (www.nfcc.org), www.mint.com, y Practical Money Skills for Life, el sitio gratuito de Visa Inc. para manejar las finanzas personales (www.practicalmoneyskills.com/budgeting).
  • Solicite el pago automático de sus facturas mensuales para evitar los cargos por pago atrasado. Solo asegúrese de que haya fondos en la cuenta.
  • Programe una consulta con un planificador financiero para ayudar a que todos entiendan el efecto de la jubilación en los impuestos, los ingresos y los gastos. Si no tiene uno, la Asociación de Planificación Financiera (www.fpaforfinancialplanning.org) es un buen recurso.

Cuide estos detalles de asesoría financiera ahora para que, cuando sus padres necesiten de su ayuda, usted pueda darles su total atención. Y, mientras lo hace, asegúrese de que sus propias cuentas estén en orden para que sus hijos no tengan que enfrentarse con los mismos inconvenientes cuando usted sea mayor.

 

 

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