El índice de desempleo se situó en el 4,1 por ciento tras los 148.000 nuevos puestos de trabajo creado en Estados Unidos, un momento de bonanza
Hubo un tiempo en que encontrar un trabajo era algo complicado en Estados Unidos. Esos tiempos han cambiado porque ahora lo que hay son vacantes esperando a ser ocupadas por los candidatos adecuados. Lo indican los datos publicados la semana pasada por el Gobierno de EEUU. El índice de desempleo de Estados Unidos se mantuvo estable en diciembre por tercer mes consecutivo y quedó en el 4,1 por ciento, el nivel más bajo desde el año 2000.
Este dato de desempleo sugiere que la economía estadounidense se estabiliza en cuotas de pleno empleo, gracias a la creciente demanda en el sector inmobiliario, el repunte de la inversión de capital y la mejora de la demanda mundial de bienes del país.
Sin embargo, los 148.000 nuevos empleos creados en el último mes del año suponen un descenso en relación a noviembre, cuando se crearon 228.000 puestos de trabajo. Este dato de creación de empleo también es inferior a las expectativas de los expertos, que anticipaban una cifra de 190.000.
Durante el año 2017, la tasa de desempleo y el número de personas desempleadas se redujeron en 0,6 puntos porcentuales y 926.000, respectivamente.
En el primer año de la presidencia de Donald Trump, la economía sumó 2,1 millones de empleos y revirtió la pérdida de empleos en sectores críticos, sobre todo en la industria manufacturera, una prioridad clave para esta Administración.
«Los beneficios de las bajas tasas se sintieron en general, lo que resultó en que el desempleo alcanzara mínimos históricos en 2017 para los veteranos, los afroamericanos y los hispanos», señaló el Consejo de Asesores Económicos en un mensaje publicado en la web de la Casa Blanca.
Este mismo organismo apuntó que el Gobierno de Trump continuará apoyando a los trabajadores de Estados Unidos con «menos regulaciones, más empleos y salarios más altos».