Con la crisis aún dando sus últimos coletazos, no está de más tomar precauciones con una reducción de gastos y un manejo más eficiente de su dinero.
Si le da miedo tomar decisiones de Año Nuevo por temor a no poder cumplir, anímese: Un pequeño escollo no implica que el resto del año vaya a ser un fracaso. Posiblemente tenga más éxito si comienza dando pequeños pasos y va ganando impulso sobre la marcha, ya sea que se trate de perder peso, de reducir las deudas o de reforzar los ahorros para la jubilación.
Si su meta es mejorar sus finanzas personales, a continuación encontrará algunas ideas para comenzar:
La mayoría de las personas a dieta saben que la clave del éxito de los programas para bajar de peso radica en controlar cada bocado ingerido. De este modo, uno toma más conciencia y en consecuencia, es más probable que modifique los patrones de conducta que lo llevaron a comer en exceso. Puede aplicar la misma estrategia al diseñar un presupuesto llevadero.
Durante uno o dos meses, escriba en qué gasta cada centavo: renta, alimentos, combustible, vestimenta, cable, seguro (de salud, automóvil, vivienda), aportes al 401k, entretenimientos – todo. Quizás la lista resulte reveladora. Además de las recomendaciones habituales como llevar más seguido su propio almuerzo al trabajo y gastar menos en cafeterías, pruebe las siguientes maneras de recortar gastos:
- Pague las cuentas puntualmente y envíe al menos el monto mínimo adeudado. Evitará cargos por mora y aumentos de las tasas de interés, además esto mejorará su calificación de crédito.
- Compense su cuenta corriente regularmente y utilice cajeros automáticos dentro de la red para evitar cargos.
- Si su empleador ofrece cuentas de gastos flexibles, utilícelas para pagar los gastos de salud y de atención de dependientes con dinero antes de impuestos. Si se encuentra dentro de la categoría impositiva del 25 por ciento eso significa que los gastos que haya pagado de todos modos le costarán un 25 por ciento menos.
- Reduzca las cuentas de electricidad bajando el termostato, aislando su vivienda, apagando electrodomésticos “muy consumidores” cuando no los utilice y comprando electrodomésticos que contribuyan al ahorro de energía.
- Aumente los deducibles del seguro y busque los mejores precios.
Con el dinero que ahorre, vaya saldando deudas más rápidamente. Una estrategia que a menudo funciona es hacer una lista de todos los saldos pendientes y sus correspondientes tasas de interés. Cada mes pague el monto mínimo adeudado de cada cuenta – pero intente pagar lo máximo posible en cuentas o préstamos con mayores intereses. Una vez saldados, continúe con la siguiente cuenta con mayores intereses y así sucesivamente.
A su vez, comience a crear un fondo de emergencia. Si bien no hay nada mejor que contar con dinero ahorrado para seis a nueve meses de gastos, no se desanime. Comience lentamente con unos cuántos dólares por mes. No lo notará y podría ayudarle a no tener que recurrir a un préstamo a corto plazo para cubrir una reparación de emergencia del automóvil o cualquier otra factura imprevista.
Y por último, mire hacia el futuro. Comprar una vivienda, pagar la universidad y jubilarse son los bienes más costosos que requieren de sólidos conocimientos presupuestarios y de administración crediticia. A continuación, algunos recursos de utilidad:
- Encuentre herramientas útiles para presupuestar, incluso calculadoras de presupuesto interactivas, en el sitio del gobierno www.mymoney.gov, National Foundation for Credit Counseling, Mint.com y Practical Money Skills for Life de Visa.
- Wealth Watchers aplica las técnicas de Weight Watchers a la administración de las finanzas personales.
- MyFICO.com explica los pormenores de los informes crediticios y las calificaciones de crédito.
- What’s My Score (también administrado por Visa) brinda consejos sobre las maneras de mejorar su calificación de crédito.