muerte de un ser querido
Manejar un funeral puede ser una de la cuestiones financieras más dolorosas para una persona

Ya sea previsto o accidental, el fallecimiento de alguien cercano puede tener serias consecuencias económicas en el ámbito familiar y empresarial

Ya sea prevista o accidental, la muerte de un ser querido puede ser devastadora. Lo último que desearía es tener que interrumpir el duelo para lidiar con tareas mundanas, pero desgraciadamente, hay muchas cosas que se deben hacer en nombre del fallecido. Algunas deben hacerse de inmediato, mientras que otras pueden esperar un poco y usted puede tomarse el tiempo de decidir cuál es la mejor opción.

Estas son algunas:

Si la persona fallece en un hospital u hospicio, el personal del establecimiento avisará a las autoridades correspondientes y lo ayudará a coordinar el traslado de los restos con el departamento forense. Si la persona fallece en su casa, llame a la policía local o al 911 para pedir ayuda. Si el fallecido era donante de órganos, deberá actuar rápido.

Pida ayuda para hacer los arreglos y encontrar los documentos que necesita. Repártanse las tareas como avisar a los demás, encargarse de las mascotas, recoger el correo y cuidar la casa del fallecido, si queda vacía.

Busque un testamento u otro documento que exprese la voluntad del fallecido con respecto al entierro o la cremación –muchas personas organizan su funeral por anticipado, e incluso lo dejan pago. La casa funeraria puede guiarlo en lo referente a los trámites, por ejemplo, para publicar un obituario o solicitar los certificados de defunción.

El fallecido pudo haber dejado un testamento en el que nombre a un albacea que supervise la distribución de sus bienes; de lo contrario, el tribunal deberá designar a uno. Cuando revise sus papeles, busque si tiene: un fideicomiso; pólizas de seguro; cuentas bancarias, de tarjetas de crédito, hipotecas y préstamos; la llave de alguna caja de seguridad; información de contacto de un abogado, médico, contador u otro asesor profesional; y las contraseñas de las computadoras y otras cuentas.

Durante los primeros días, comience a notificar a las organizaciones con las que el fallecido hacía negocios o tenía acuerdos financieros. En la mayoría de los casos, deberá presentar una copia autenticada del certificado de defunción, por lo que será mejor solicitar varias. Deberá contactarse con:

—Los empleadores actuales o pasados para averiguar qué le correspondería cobrar: el último sueldo, vacaciones, jubilación, seguro de vida u otros beneficios por fallecimiento.

—Administración del Seguro Social. Si el fallecido recibía beneficios del Seguro Social, debe detener los pagos de inmediato. Las casas funerarias suelen encargarse de esto, pero asegúrese de averiguarlo.

—Una vez notificado el Seguro Social, ellos se contactarán con Medicare para cancelar los beneficios. Pero si la persona fallecida estaba inscripta en un Plan de Prescripciones o un Plan Advantage de Medicare, o si tenía una póliza de Medigap, contáctese con cada uno de ellos para cancelar la cobertura.

—Oficina de Veteranos de Guerra. Los veteranos de guerra, sus familiares inmediatos y algunos otros pueden tener derecho a ser enterrados en un cementerio nacional.

—Reenvíe el correo a una dirección segura para que no se le pase ninguna correspondencia importante.

—Cancele la licencia de conductor para evitar el robo de identidad.

—Solicite a los bancos, cooperativas de crédito, emisores de tarjetas de crédito y demás prestamistas que cierren las cuentas o, si usted es el cónyuge supérstite, que las pasen a su nombre.

—Si el fallecido tenía una caja de seguridad y usted no tiene la llave, pregunte qué documentación necesita para tener acceso.

—Solicite a las compañías de seguros que cancelen las pólizas del seguro automotor y de vivienda, pero considere mantenerlas activas hasta que se vendan los bienes, en caso de robo o daños.

—Cierre las cuentas de correo electrónico.

—Cancele las suscripciones a revistas y servicios públicos.

Por último, el albacea tendrá que encargarse de cuestiones como ubicar a los beneficiarios, distribuir los bienes heredados, presentar las últimas declaraciones fiscales y cancelar las deudas pendientes. Lo más recomendable es actuar con el asesoramiento de un abogado especialista en temas sucesorios.

 

 

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