No cualquiera tiene las cualidades necesarias para ser un líder; es más, la gran mayoría no lo son, pero de acuerdo a un experto, hay razones muy poderosas que tienen que ver con el asunto. Por este motivo, Mike Myatt, un destacado bloguero sobre el liderazgo comparte lo que, según su punto de vista, son señales inequívocas para saber si alguien tiene el don del liderazgo para dirigir una empresa o un equipo de trabajo.
1. No tienes resultados. Los líderes verdaderos desarrollan y terminan los trabajos que tienen por delante, y por lo general superan las expectativas respecto al mismo. Sin resultados no hay liderazgo; es así de simple.
2. Obtienes resultados de la forma equivocada. Si la única manera en que obtienes resultados es haciendo trampas o engaños, entonces no eres un verdadero líder. El fin no justifica los medios. Si abusas de tu poder e influencia, si no tratas bien a las personas o si confundes el liderazgo con la manipulación, puedes ganar unas batallas pero perderás la guerra.
3. No te importa. La indiferencia es una característica que no se lleva bien con el liderazgo. No puedes ser un líder si no te importa lo que tiene que ver con los que diriges. Un verdadero líder es aquel que está al pendiente de que su gente esté y se sienta bien.
4. Buscas una posición en vez de un propósito. Si valoras más el interés propio que el servicio, simplemente no entiendes el concepto de liderazgo. Ser un líder es llevar a otros hacia delante, aunque tú te quedes rezagado. El poder a menudo acompaña al liderazgo, pero no es lo que impulsa a los verdaderos líderes.
5. Haces más promesas de las que cumples. El liderazgo no tiene que ver con lo que dices, sino con lo que haces. Puedes tener una gran visión que quieres compartir, pero si no das el primer paso para realizarla, entonces carece de valor.
6. Encasillas a las personas. No sigas diciendo a las personas por qué no pueden hacer las cosas y mejor muéstrales cómo pueden hacerlas. La obligación de un líder es liberarlos de las cadenas que detienen su capacidad y su creatividad. Un líder verdadero ayuda a las personas a llegar a lugares que ellos creían imposible de lograr.
7. Sigues las reglas al pie de la letra. El status quo es el gran enemigo del liderazgo. No eres líder si no entiendes la necesidad del cambio y luego tener la habilidad de conseguirlo.
8. Rechazas al talento en lugar de retenerlo. El liderazgo verdadero es como un imán para el talento y no un repelente. Si no puedes contratar talento, desarrollarlo o retenerlo, entonces no eres un líder.
9. Quieres el crédito en vez de darlo. Ser líder no es buscar los reflectores, sino buscar que otros sean los que brillen. Los mejores líderes solo utilizan la palabra “yo” cuando se trata de aceptar la responsabilidad por los errores cometidos. Y cuando se trata al hecho de tener éxito, entonces utilizan la palabra “nosotros”.
10. Te importa más el proceso que la gente. Date cuenta que sin la gente no tienes a quien dirigir. Cuando pones a las cosas por encima de las personas que diriges, entonces has fallado como líder.
