Chase Villanueva y Cristina Martínez, dos de los dueños de El Monte Wholesale MeatsEl Monte Wholesale Meat lo lideran cuatro descendientes de hijos de emigrantes españoles, con una atmósfera de compadreo y un negocio en pleno ascenso

No son pocos los que cuentan que un negocio en sociedad puede ser un dolor de cabeza importante. Y más si son miembros de una misma familia con dinero de por medio. En El Monte Wholesale Meat Inc., sin embargo, reina una armonía y un buen rollo difícil de encontrar en empresas de pequeño o mediano tamaño.

De hecho, resulta complicado hacer la entrevista porque con el entusiasmo de explicar su historia se interpone de forma impenitente un aluvión de anécdotas y preguntas que inevitablemente desvía la conversación hacia derroteros varios. Se forma, en cuestión de segundos, un caos sonoro tan fluido como entretenido. «Se nota que somos españoles», dice Cristina Martínez entre risas, responsable de Recursos Humanos y Contabilidad de la compañía.

Ella, junto a tres primos, John, Chase y Angelo Villanueva, ha conseguido que su firma haya alcanzado nuevas cotas desde que la heredaron de sus padres, tres emigrantes que salieron huyendo de la dictadura franquista en España. Dos eran hermanos, Martín y Manuel Villanueva, amigos de Abel Martínez, el tercer dueño.

«Empezaron trabajando de todo», explica Martínez. «Al principio cuidaban ovejas y después consiguieron trabajo en compañías de carne». A raíz de esa experiencia, decidieron montar su propia empresa y comenzar a venderle el género a los latinos que empezaban a hacerse notar en el sur de California.

«La verdad es que el timing fue perfecto. Nuestros padres supieron atender un mercado que en ese momento estaba naciendo y ahora mucha gente viene a comprarnos mercancía, incluso a la ventanilla», explica esta hija de un español de la provincia de León, siempre concentrada en lo que cuenta y sin perder la sonrisa.

Hoy en día venden carne asada, filet mignon, cerdos enteros, chorizos de todo tipo, cordero y hasta mariscos, con más de 400 cuentas abiertas entre restaurantes, supermercados y carnicerías. «También tenemos quesos», apunta Chase Villanueva desde su escritorio, ocupado entre la conversación y las constantes llamadas de teléfono.

La referencia a sus padres es contínua, a Abel, Martín y Manuel, tres luchadores que terminaron por retirarse cuando ya confiaron en sus hijos. «Aún estamos a prueba», bromea Angelo Villanueva, que cree que han duplicado sus ventas desde que ellos se hicieron cargo. «Aún así todavía vienen en Navidad a ponernos rectos y decirnos cómo se hacen las cosas», comparte manteniendo el humor.

Parte de ese crecimiento se lo atribuyen a su inteligente incursión en el mercado asiático, con dos vendedores dedicados exclusivamente a eso. «Entre ellos se entienden y creo que hemos encajado muy bien en esa comunidad».

Lo curioso es que pese a su nivel de crecimiento no hacen apenas ‘social media’ ni estrategias de márketing agresivas. «Nos anunciamos en medios como El Clasificado y el resto supongo que es el boca a boca», dice Martínez. ¿Y para qué cambiarlo si así les va muy bien? En total, facturan 800.000 libras de carne a la semana, llegando al condado de Los Angeles, Orange County, Inland Empire e incluso Nevada, donde ya han comenzado a abrir mercado.

«Creo que la clave es que nos llevamos muy bien y somos grandes socios», explica Martínez. «Peleamos cinco minutos y luego seguimos trabajando sin problemas. Somos un poco como nuestros padres, que eran grandes amigos».

Para más información sobre este negocio, pueden llamar al 6264520603 o visitar su página web, Elmontewholesalemeat.com

@pscarpe

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