Facebook, LinkedIn y otros sitios de internet están ofreciendo anuncios gratuitos a empresarios para que midan el poder de la publicidad ‘online’
Dejándose llevar por su bandera del todo gratis, Facebook anunció hace unos días una iniciativa de un plan de 10 millones de dólares en publicidad gratuita para pequeños empresarios a partir del mes de enero, una estrategia para que compañías en todo el país puedan valorar el enorme impacto de las redes sociales sobre el desempeño de sus operaciones.
Es un gancho con el que esperan crear atención y clientes de pago en el futuro en vista de los resultados. Pero no son los únicos. LinkedIn, la red social especializada en contactos profesionales, suele ofrecer a pequeños empresarios cupones de entre 50 y 100 dólares en publicidad, y HopStop.com tiene un programa similar de publicidad gratuita en su portal de internet.
Incluso los reyes de la publicidad digital, Google, se han apuntado a la tendencia de dar descuentos y hacer ofertas gratuitas para que los que no conocen el medio, se sumen a la idea de anunciarse en internet. Al fin y al cabo, se trata de un mercado de miles de millones de dólares, con un crecimiento exponencial que dejará obsoletas otras opciones en la próxima década.
Para muchos expertos, es una oportunidad altamente interesante para pequeños empresarios interesados en crecer en medio de una difícil situación económica y sin invertir nada o muy poco, por lo menos al principio. La ventaja es que navegan en una red donde tendrán una exposición casi ilimitada a mercados en todo el mundo.
Otro factor positivo es que muchos de los anuncios podrán figurar junto a búsquedas de contenido específicas, como un restaurante de Los Angeles en una página sobre ocio en la ciudad o un servicio de plomería en una búsqueda sobre compra de grifos.
Es el primer paso de varios de los gigantes de internet en busca de clientes potenciales, entre lo que están los millones de empresarios hispanos en búsqueda de expansión y oportunidades de negocios. Hay ganas pero mucha desinformación y cierto temor a internet, un proceso que en Estados Unidos está cambiando paulatinamente con la actitud de las nuevas generaciones.