Limo Masters_ (1)Príncipes y nombres famosos buscan los servicios de este salvadoreño especializado en modelos extravagantes de hasta medio millón de dólares

Con solo diez años ya tenía muy claro que quería dedicarse a la mecánica. Hoy, es referencia para príncipes árabes y gente de la jet set que quiere una limusina hecha a su medida, una historia tan particular que logró que el canal de televisión Nat Geo Mundo le dedicara una serie, «Limo Masters».

Se llama Erick Quintana, llegó de El Salvador a California con tan solo ocho años y ahora es el dueño de Limos by Moonlight, un taller en Los Angeles desde donde opera maravillas que a veces rondan el medio millón de dólares, un lugar especializado en limusinas exóticas.

«Lo mío viene de generación en generación, desde que empezó mi abuelo en el negocio y que luego heredó mi papá», explica. «Por eso me familiaricé con la reparación de vehículos hasta meterme en el mundo de los carros especiales como ‘low riders’ y modelos atípicos, especiales a los que había que prestar una especial atención».

El salto a las limusinas exóticas

De ahí poco a poco fue surgiendo la idea, hasta que un cliente al que le hacían carros para revistas, se metió al negocio de las limusinas y fueron entendiendo más ese mercado. Después empezó a trabajar en una compañía para limusinas como encargado y el siguiente paso fue las limusinas exóticas, mucho más allá de las que se pueden ver en los aeropuertos en las calles de una gran ciudad.

«Empezamos a trabajar y con esfuerzo y los años logramos ser reconocidos a nivel mundial, mandando carros a Corea, Africa, Japón China y Arabia Saudí, entre otros», explica.

Es un mercado que no termina, aunque reconoce que hubo un momento de bajón con la crisis financiera mundial en 2008. «Siempre hay demanda porque siempre habrán bodas, eventos especiales, quinceañeras para los hispanos o el ‘sweet sixteen’ para los anglosajones.

Ahora, a través del programa espera «enseñarle al público para que tengan mejor conocimiento de cómo se fabrican estos vehículos. El 99 por ciento de las limusinas son hechas por fábricas como la mía y mucha gente no lo sabe».

Y aunque ha hecho de todo, con modelos de Rolls Royce Phantom y todas las marcas imaginables, su sueño es aún más extravagante. «Quiero crear un interior de limusina pero en un jet privado, un night club en un jet privado estilo limusina», dice entre risas. «Es algo que espero poder hacer en el futuro».

 

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