jimmyJimmy Prieto ha convertido su pasión en un negocio de cátering a domicilio, un chef de Cordon Blue a precio muy asequible

Jimmy Prieto es uno de esos emprendedores que ha aplicado la máxima de dedicarse a lo que le divierte y lo que mejor sabe hacer: en este caso la cocina. Aunque durante el día tiene un trabajo en el Condado de Los Angeles como funcionario, su pasión le ha llevado a abrir un servicio de catering a domicilio con platos originales de alta calidad. «Exquisito» se llama.

Prieto dice que solo es un hobby, pero lleva un tiempo expandiendo su marca a través de internet y haciendo fiestas a domicilio para aquellos interesados en tener un chef en casa, un lujo a precios asequibles además. «La gente piensa por el aspecto de mis platos que no lo van a poder pagar, pero trabajo con el presupuesto de los clientes para estar seguro que les puedo dar el mejor servicio por lo que ofrecen».

De momento, su rutina consiste en dos o tres encargos al mes, sin preferencia por un grupo étnico en particular. «Hubiera sido más fácil enfocarme en el mercado hispano (reconoce que le interesa el mercado de las quinceañeras), pero la realidad es que me gustan los retos y poder cocinar de todo. Si viene un grupo de ejecutivos japoneses, que no piensen que no puedo hacerles su comida favorita por ser mexicano, porque no es cierto».

Eso sí, no reniega en absoluto de su herencia, de familia de Tijuana y Michoacán, un aficionado a la comida del otro lado de la frontera. «Siempre le doy mi toque personal a mis platillos, en un momento en el que está de moda la comida fusión. Puede hacer comida francesa, aunque me gusta darle el toque latino», reconoce.

Sus credenciales son sólidas. Además de la influencia de su madre en la cocina, Prieto estudió un año en la escuela gastronómica Cordon Blue en 2009. Después de estudiar, trabajó con amigos en distintos eventos y el boca a boca comenzó a darle la idea de convertir esa pasión en un negocio.

En cuanto a su menú, es tan amplio como su imaginación. Hace un poco de todo, carnes, pescados, pasta, ensaladas, todo ello con una presentación especial y la elegancia como objetivo. «Lo importante es la presentación, y aunque me pidan un arroz con frijoles, siempre busco las opciones para que sea algo bonito, bien presentado. La gente come con los ojos», indica el chef desde su casa de Lakewood, California.

Para el futuro, confía en convertir esta tendencia en un modo de vida para él y su familia. «Mi sueño es seguir hasta donde toque, y si me va bien podría considerar dejar mi trabajo de día y dedicarme a ello. No lo hago por el dinero sino porque es mi hobby. Es lo que más me gusta».

Tanto que no duda es reconocer que en su casa cocina él para su mujer y sus cuatro hijos. Basta mirar su media sonrisa y su gesto tímido para saber que no miente.

@pscarpe

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