Frank Aparicio siempre ha tenido que ver con un medio tan dulce como el de la repostería. El abuelo de este inmigrante cubano ya era pastelero y también su padre, por lo que no tuvo dudas en continuar la tradición. Cuando se enteró que se traspasaba uno de los negocios de mayor fuste del sector en Los Angeles, lo tuvo claro. Ahora, él y su mujer son dueños de La Mascota, un local de pan y tamales mexicanos que lleva operando desde 1952.
«Mi mujer se enamoró del negocio porque su negocio es de Jalisco y parece que Mascota es un pueblo de allí. Por eso el nombre de la pastelería», explica mientras anda pendiente de los clientes que entran a sentarse para tomarse un café a media tarde. Ese es uno de los cambios desde que asumieron el control del negocio en diciembre del año pasado.
«Hemos comprado mesas, sillas, y hemos abierto un espacio para que sea un sitio acogedor, para que la gente se quede y haya sentido de comunidad», añade. Su mujer ha sido la responsable de darle un toque hogareño, para eso precisamente, «para que la gente se sienta como en casa».
Además han habilitado un patio exterior, con sabor a casa mexicana, y desde una de las ventanas se puede ver cómo sirven sus famosos tamales, manteniendo la esencia pero añadiendo elementos nuevos al menú. Ahora tenemos una estación de café y servimos tortas para cualquier ocasión, pasteles como los que ya sabíamos hacer en nuestro otro local, pero con el toque mexicano».
Se refiere a Gigis Bakery, un local en Echo Park de la familia en honor a su abuelo y que le queda a pocas millas de distancia. «Es perfecto el poder tener cerca un local de otro, aunque cada uno tenga su propia esencia. De momento, estamos emocionados con estar en el Este de Los Angeles. La comunidad nos ha recibido con los brazos abiertos»
Claro que ha pasado gente preguntando por los anteriores dueños, los históricos del lugar, pero tuvieron la suerte de mantener a todo el personal que trabajaba antes y la diferencia no ha sido mucha. «Hemos mantenido las recetas como estaban y añadido algunos nuevos productos. Queremos que la tradición y la calidad que siempre ha tenido La Mascota se mantenga».
Frank asegura que reciben gente de muchas partes de Los Angeles, y que algunos clientes les han preguntando si abrirán otros locales. «Tan solo llevamos cuatro meses y de momento nos concentramos en este local, pero no descartamos ampliar el negocio en el futuro. La ilusión la tenemos».
Dónde está: 2715 Whittier Blvd, Los Angeles, CA 90023 | (323) 263-5513
