cualidades de un emprendedorDescubra cómo hacer que funcionen en conjunto características como el ego, la humildad, la intuición, la tenacidad y la empatía

Para ser un emprendedor no solo basta tener deseos de serlo, ni tampoco tener la capacidad para lograrlo. Poner en marcha un negocio desde cero requiere de unas cualidades indispensables que nos hagan ser capaces de asumir riesgos teniendo los pies en la tierra, adelantándonos a los problemas, trabajando duro y siendo capaces de ponernos en el lugar de nuestros clientes, trabajadores y proveedores. Aquí le presentamos dichas cualidades:

1. EL EGO. Según José Luis Casal, director del instituto IMF, el ego es una cualidad fundamental en un emprendedor y hay que descargarle de sus aspectos negativos. Sin la confianza en uno mismo y una fuerte personalidad, nadie sería capaz de asumir los riesgos que supone emprender un negocio. Las dificultades son muy elevadas y hay que tener confiar en que podemos sacarlo adelante aun cuando comiencen las primeras dificultades intrínsecas del proceso de creación de cualquier empresa.

2. LA HUMILDAD. La otra cualidad imprescindible para Casal es la humildad, ya que es el complemento perfecto para no caer en los peligros del ego. Una buena combinación de ego y humildad nos permitirá tener los pies en la tierra en los momentos en que nuestra empresa comience a despegar y veamos cómo empiezan a contar con nosotros como si fuéramos un gran empresario. Hay que saber que lo mismo que un día se está arriba, al otro se puede bajar y que incluso la multinacional más importante del mundo puede comenzar a tener pérdidas y terminar cerrando.

3. LA INTUICIÓN. También la intuición es fundamental. Hay que averiguar las oportunidades antes que se produzcan y estar alerta ante posibles problemas. Muchas veces la intuición es más importante que la inteligencia ya que atiende a factores que pueden pasarnos desapercibidos. Ser intuitivos nos puede ayudar a descubrir peligros y amenazas, así como cuando es el momento adecuado para ampliar o internacionalizar nuestras actividades. Por supuesto, la intuición debe ir acompañada de sus respectivos estudios de mercado, sino podemos meter la pata hasta el fondo.

4. LA TENACIDAD. Tan importante como las anteriores es la tenacidad y la capacidad de trabajo duro. Poner en marcha una empresa no es cualquier cosa y debemos estar preparados para trabajar un gran número de horas. De momento podemos olvidarnos de disfrutar del fin de semana o de desconectar. Nuestro proyecto consumirá todo nuestro tiempo libre, será lo primero en lo que pensemos al despertar y lo último al acostarnos, pensando en nuevas maneras en la que seguir creciendo. Hay que tener resistencia al cansancio y creer firmemente en el proyecto que estamos haciendo, a lo que el ego nos ayudará a conseguirlo.

5. LA EMPATÍA. Finalmente hay que hablar de la empatía, probablemente la cualidad más imprescindible de todas. El emprendedor debe conseguir condiciones favorables en sus relaciones con proveedores, clientes y trabajadores y solo podrá lograrlo si es capaz de ponerse en el lugar de otros y sabe cómo contestar a sus necesidades. Ser empático es una cualidad que ayuda en la vida de cualquier persona, pero cuando se trata de poner en marcha una empresa deja de ser una simple ayuda para convertirse en una completa obligación.

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