De mi experiencia asesorando pequeñas y medianas empresas a mejorar los resultados en sus negocios, esta puede ser una de las preguntas más complejas de responder, ya que no solo se está emprendiendo con un socio, sino que el socio convive contigo. Ahora bien, en varias oportunidades he compartido que más del 80% de las empresas que tienen más de 100 años de experiencia comercial son empresas familiares, es decir, abrir un negocio con su pareja no es tan mala idea.
Una falla común que puedo encontrar constantemente es la falta de planificación administrativa y la asignación de funciones con sus responsabilidades. Cuando me refiero a la planificación administrativa es que mientras uno cree tener el control con el presupuesto para realizar los gastos, el otro emite salida de efectivo de los ingresos obtenidos de forma constante y sin ningún tipo de autorización por el grado de confianza con su socio (pareja).
Aun cuando son parejas y conviven juntos, las responsabilidades de cada uno con respecto al negocio se deben definir al igual que el socio fuera una persona externa. No importa si la responsabilidad de la operatividad no es de los dos porque uno de ellos solo está colocando el capital para comenzar porque no tiene tiempo, lo importante es conversarlo y escribirlo si es necesario para que las reglas queden claras y no perjudiquen su vida amorosa, así como termina pasando en una gran mayoría antes de los primeros 5 años de su apertura.
Una pareja emprendedora que se lanza a abrir un negocio puede alcanzar grandes sueños, siempre y cuando ambos mantengan buena comunicación, administración, responsabilidades, planificación y sobre todo, una misma visión del destino que quieren para su empresa.
Carlos Garcia. @Consul_Garcia
