En los últimos segundos de un apretado partido de baloncesto, el entrenador reúne a sus jugadores para elaborar una jugada diseñada para lanzar el tiro ganador y conseguir la victoria.
Pero, si un solo elemento del equipo se desconecta de sus funciones, la jugada puede salir mal y el equipo no podrá cumplir su propósito.
“Las empresas tienen algo en común con ese equipo de baloncesto. Un negocio necesita un propósito y cada empleado necesita contribuir y estar inspirado por ese propósito”, dice Paul Ratoff, autor de “Thriving in a Stakeholder World: Purpose as the New Competitive Advantage” (www. ratoffconsulting.com).
«Si todo el mundo en una organización se siente bien con el trabajo que hace y está comprometido con el propósito de la empresa, entonces es muy probable que se verán buenos resultados», dice Ratoff. «Pero si los empleados no están comprometidos, su productividad puede flaquear y la compañía en general puede pagar por eso».
Ratoff dice que los líderes de las empresas necesitan gestionar desde la perspectiva de «valorar al accionista», y los accionistas incluyen a todos los que impacten a la empresa o se vean afectados por ella, desde los clientes hasta los proveedores y las comunidades. Pero los accionistas más importantes son sin duda, los empleados.
«Imagínese si usted pudiera conseguir que los empleados vean sus puestos de trabajo como algo con un propósito que va más allá de solo ganar un cheque de pago», dice Ratoff. «Eso podría dar lugar a una fuerza de trabajo más comprometida, con una mejor productividad y tal vez menos servicios o productos devueltos o con bajas ventas«.
Numerosas empresas han desarrollado declaraciones para definir sus propósitos. Por ejemplo, Google quiere «organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil». Roche, una empresa de biotecnología, define su propósito de esta manera: «Haciendo ahora lo que los pacientes necesitarán después».
Pero una vez que una empresa encuentre su propósito, ¿cómo hacer que los empleados se comprometan a cumplirlo?
• Todo empieza en la parte superior. No es suficiente que los empleados encuentren la inspiración del propósito. «El líder de la empresa tiene que estar inspirado porque este hará que otros se sientan inspirados». Dice Ratoff. Es importante que todo el equipo directivo se suba a bordo y se muestre entusiasta.
• Asegurarse de que el propósito sea claro y significativo. Los líderes de la compañía deben encontrar un propósito común que sea lo suficientemente amplio como para ser significativo e importante para los empleados. Si no existe un propósito claro, las personas se centran en sus objetivos individuales y pueden percibir diferentes propósitos para la misma organización.
• Desechar lo que no encaja. Identifique las actividades de la empresa que no están alineadas con el propósito y elimínelas o transfórmelas.
Con información de News and Experts
