Cinco consejos básicos como pedir perdón o escuchar las quejas pueden ser claves para no perder clientela en tiempos de crisis
Lo primero es escuchar, porque la primera reacción cuando recibimos una llamada para protestar, suele ser defenderse de forma inmediata. Hay que escuchar, y no importa lo grosero o absurdo que resulte la persona al otro lado del teléfono.
Lo segundo es responder a la llamada o al correo electrónico si la queja llega por esos sistemas. Si no les respondemos, solo empeoramos las cosas.
Lo tercero es enfocarlo como una oportunidad de cara a la empresa para descubrir cuáles son los problemas más habituales de su compañía. Según las estadísticas, entre el 20 y el 50 por ciento de los clientes jamás dicen lo que piensan aunque no estén satisfechos.
Lo cuarto es saber pedir perdón o ofrecer una disculpa, aunque el cliente no tenga la razón. Nunca cuesta mucho y puede ayudar a conservar esa cuenta abierta.
Y lo quinto. No use la frase: «Es la política de la compañía«, una estrategia frustrante que en muchos casos significa perder al cliente, con lo que cuesta mantenerlos.