En las últimas semanas 3 aerolíneas reconocidas se han declarado en bancarrota, dejando a miles de personas varadas a medio viaje y miles más con boletos pagados que ahora no sirven.
Es muy probable que otras aerolíneas tomen esta decisión durante los próximos meses. Pero no dejes que el problema de ellos se convierta en tu problema. Sigue estos consejos para protegerte:
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Paga los boletos con tarjeta de crédito. De esta manera puedes desafiar la transacción (“dispute the charge”). Tienes 60 días después de recibir el estado de cuenta de la tarjeta donde sale el cobro del boleto para tomar este paso. Tendrás que enviar por escrito una explicación detallada de lo que pasó. La empresa automáticamente te dará un crédito y hará su propia investigación. Si pagas con efectivo, cheque o giro, no tienes esta opción.
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Compra seguro para viajeros. Este seguro cuesta de $15 a $25 por pasajero y te protege en caso de que tu viaje se cancele, se atrase, tengas gastos inesperados o tengas una emergencia médica. Las empresas que ofrecen el seguro tienen una línea telefónica donde llamas en caso de cualquier problema cubierto y ellos te ayudan directamente. Por el costo, esto es una excelente compra. Puedes comprarlo al momento de comprar tus boletos o en cualquier momento antes de comenzar tu viaje.
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Investiga a la aerolínea antes de comprar. Cuando una aerolínea se declara en bancarrota, hay muchas señales de lo que está por venir. Lee el periódico o haz una búsqueda por Internet para ver qué están diciendo las noticias. ¿Están en problemas? ¿Hay dudas sobre su condición financiera? Si es así, considera volar en otra aerolínea.
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Confirma si tiene una “aerolínea socia”. Muchas de las aerolíneas grandes tienen acuerdos privados –conocidos como “code sharing agreements” en inglés– que les permiten compartir sus sistemas de reservaciones. Si tu aerolínea tiene esto, en ciertos casos la aerolínea socia toma la decisión de ayudar a los pasajeros varados a terminar su viaje pagando una tarifa adicional mínima.
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Pide por escrito la política de la agencia. Si compras tus boletos de una agencia –en vez de comprarlos directamente de la aerolínea– pídele una copia por escrito de su política en caso de que un cliente (como tú) no pueda viajar porque la aerolínea se declara en bancarrota. Una buena agencia tiene planes para tratar esta situación. Si no lo tienen o no te lo quieren dar por escrito, busca otra agencia.
Si a pesar de todo, pierdes tu dinero y tampoco puedes viajar, está la posibilidad de recuperar una parte del dinero en los tribunales. La bancarrota es un proceso legal. Parte del proceso trata de distribuir el dinero que queda de la mejor manera posible a los personas a quienes la aerolínea debe dinero. Tú formas parte del grupo. Tienes que llenar tu solicitud como acreedor y registrarlo en la corte de bancarrota que está manejando el caso.
Mike Periu, experto financiero, es el director del New Business Institute. Ofrece consejos, talleres y asesoría para empresas y familias.
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