A Amazon también le interesa el mercado automotriz. Y más concretamente los modelos eléctricos y autónomos. La semana pasada movió ficha en ambas direcciones al poner 700 millones de dólares sobre la mesa para una de las startups más llamativas del mercado, Rivian. Unos días antes, fue parte de otra inyección de capital significativa, 350 millones de dólares para Aurora Innovation y sus vehículos autónomos.
La apuesta parece clara. El gigante del comercio electrónico no quiere quedarse atrás en una carrera de revolución del transporte en la que también están inmersos competidores directos como Apple y Google. De momento, ya tiene una presencia importante en una de las propuestas más atractivas e ilusionantes del mercado de los vehículos eléctricos en Estados Unidos.
Rivian existe desde 2009, aunque hasta ahora habían volado bajo el radar. Finalmente, en el Salón del Automóvil de Los Ángeles del año pasado le mostraron al mundo sus intenciones con dos productos, un pickup, el R1T, y un SUV de siete asientos, ambos eléctricos.
Su intención es constituirse en una alternativa viable a Tesla desde Silicon Valley con dos vehículos de grandes dimensiones, potentes pero ecológicos y concebidos para el mercado de la aventura. Contarán con cuatro motores eléctricos, uno para cada rueda, y una autonomía de sus baterías que en su mejor versión superarían los 640 kilómetros.
“Esta inversión es un hito importante para Rivian y el cambio en la movilidad sostenible», afirmó Robert Scaringe, fundador y consejero delegado de Rivian. «Además de eliminar las limitaciones que existen en cuanto a rendimiento, capacidad y eficiencia, estamos trabajando para ofrecer innovación en toda la experiencia del cliente. Materializar esta visión requiere los socios adecuados y nos emociona tener a Amazon de nuestra parte en nuestro viaje hacia la creación de productos, tecnología y experiencias que aporten una nueva visión de lo que es posible».
