A muchos nuevos empresarios les da miedo el lanzarse a abrir una nueva empresa ante el temor de que les puedan robar la idea.
Con internet como herramienta para nuevos emprendedores, ese fenómeno es cada vez más común pero tiene fácil solución. Lo primero es registrarlo en una oficina de patentes y, si no se está seguro, se puede consultar con un abogado experto en propiedad intelectual que le asesore.
Acuerdo de confidencialidad
Lo segundo es asegurarse de que se tiene redactado un acuerdo de confidencialidad en la etapa de desarrollo de la empresa para evitar que terceros que participen en el proceso puedan adelantarse y robarle la idea. Es algo común que ya ha ocurrido en el pasado, como fue el caso de los gemelos Winklevoss con la creación de Facebook junto a Mark Zuckerberg en Harvard.
Ese acuerdo de conficencialidad le puede evitar muchos disgustos en reuniones. Haga que los que asistan lo firmen para cubrirse las espaldas. En caso de que incumplan su palabra, ese documento valdrá en un tribunal de justicia.
Pero lo más importante es exponer la idea para saber si es buena o no. Ser el primero en plantearla al mundo le puede dar una ventaja competitiva con respecto a potenciales competidores.