Comenzaron con 50 dólares y vendiendo enla calle. Hoy facturan casi 700.000 tamales al año desde el Este de Los Ángeles
Hace 31 años, Juan Manuel Santoyo, el fundador y propietario de Tamales Liliana’s, no tenía nada. Como muchos otros inmigrantes, llegó a California sin dinero, sin auto, sin casa. Hoy maneja un pequeño imperio de tamales desde el este de Los Angeles, con una producción de casi 700.000 al año.
Y eso que empezó con una pequeña inversión de $50 dólares. A principios de la década de los noventa el matrimonio de Juan Manuel y Guadalupe Santoyo decidió cruzar la frontera en busca del sueño americano.
Originarios de Zacatecas, México llegaron a Los Ángeles como muchas familias inmigrantes lo han hecho, sin dinero en el bolsillo, pero con las maletas llenas de ilusiones. “Este país tiene muchas oportunidades,
hay que aprovecharlas, el trabajo es la clave del éxito, venimos a triunfar” comentó Santoyo.
El negocio de los tamales empezó por la obligación de generar dinero para subsistir, sin conocer el negocio del tamal y con una pequeña inversión de $50 dólares comenzaron vendiendo en la panadería de su tío, para después vender en la calle con una sencilla tabla, unas cajas de leche y las ollas para los tamales, así durante nueve años y medio.
Volver a empezar 20 veces
Juan Manuel Santoyo recuerda con nostalgia todas las veces que el Departamento de Salud de California recogía su puesto por carecer de los permisos para vender en la calle y no tener un lugar establecido. “Los recuerdos fueron tristes en el tiempo que los viví, pero ahora son bonitos por lo que he logrado. Cuando vendía en la calle dormíamos 3 horas diarias, teníamos unas cajitas de leche, una tabla y mis ollas, pero a cada rato llegaba salubridad y me recogía el puesto.
Al otro día tenía que pedir prestado y a empezar de nuevo, así fueron 20 veces que me quitaron todo. Ya con el tiempo me hice de un carrito para poder vender en la calle sin tener problemas con el Health Department. Empecé a crecer y puse un restaurante cerca de donde me ubicaba”. apuntó Santoyo en una entrevista concedida con SSDN.
La necesidad hace andar al hombre
La ambición de los Santoyo era grande y la visión clara, la venta de tamales los llevaría a triunfar, los sacaría adelante, los llevaría a conseguir el sueño americano. Y a abrir su propio restaurante.
“Es un recuerdo triste porque mis hijos desde pequeños me ayudaron con la venta de tamales”, recuerda. “En tiempos de lluvia nos mojábamos, pasábamos gran parte de la noche en la calle, vendiendo. Sentía miedo por mis hijos de seis y siete años, pero la necesidad hace andar al hombre, tenía necesidad y tenía ambición de salir adelante”. Ahora mantiene a 35 familias, su plantilla actual, y ha dejado de preocuparse por dinero.
Pasé de vender una docena de tamales al día a vender 12.000 tamales diarios en las mejores épocas. Orgullosamente puedo decir que he logrado el sueño americano”, añade.
La joya de la corona
En 2019 los Santoyo recibieron una inusual e inesperada visita. El entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, visitó el restaurante aprovechando que estaba haciendo campaña en la ciudad. Biden, hoy presidente de EEUU, fue a Tamales Liliana’s junto a la actual secretaria de la Junta del Condado de Los Ángeles, Hilda Solis.
“Se comió un tamal de chile verde y le gustó mucho”, recuerda. “Me dijo que estaba muy sabroso, me felicitó y quiero que sepan que me pagó el tamal y con propina. Un tamal lo vendo en 2,15 dólares y él me dio 20 dólares. Pero más que eso fue el orgullo, la suerte que me tocó que el ahora presidente de Estados Unidos estuviera con
nosotros. Fue un honor”.
Tamales Liliana’s es un negocio de manos inmigrantes, trabajadoras y mexicanas, con el sabor autentico de la cocina zacatecana. “La clave es la sazón de mi esposa y que los productos son de primera calidad”, apunta Santoyo.
Si usted desea comer un tamal en el mismo lugar donde lo degustó el Presidente, visite el restaurante de la familia Santoyo, Tamales Liliana’s, ubicado en:
4629 E Cesar E Chavez Ave
Los Angeles, CA 90022.