El nuevo gobernador de estado confía en extender varias partidas de impuestos durante un lustro para reducir la deuda, que estima en unos 25,000 millones de dólares.
En total, su propuesta supondría unos recortes en educación y sanidad de 12.500 millones de dólares para tratar de compensar el déficit de unos 25.000 millones que ha calculado su administración, incluyendo un recorte salarial del 10 por ciento para los funcionarios del estado y una completa reestructuración en la forma de operar de las oficinas públicas.
«Durante 10 años, hemos tenido trampas y trucos que nos han empujado hacia una deuda aún mayor», dijo Brown, de 72 años. «Ahora debemos volver a la responsabilidad fiscal y a situar a nuestro estado en el camino de la recuperación económica y la creación de empleo».
Con esta partida presupuestaria, Brown pretende ahorrarse 28.000 millones de dólares en los próximos 18 meses, siempre y cuando logre extender los impuestos a vehículos, artículos de ventas y nóminas al menos otros cinco años más. Dependerá de una votación en junio en la que debe conseguir la aprobación del electorado.
Brown hereda una situación financiera dramática, con el estado sumido en unas de las peores crisis económica de su historia, con un desempleo del 12,4 por ciento y un mercado inmobiliario sufriendo las consecuencias de la recesión a nivel nacional.
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