Con más de $150 billones de criptomonedas que ya están en circulación, ¿por qué no podemos usarlas para pagar una café o una rebanada de pizza?
Las Bitcoin aparecieron hace casi una década, pero solo se han convertido en algo común para los expertos en tecnología. Las criptomonedas no terminan de ser aceptadas como una forma de pago “real”, a pesar de que han convertido a varias personas en millonarias.
El límite de mercado de las criptomonedas asciende hoy a más de 150 mil millones de dólares, y varias opiniones de expertos estiman que su crecimiento futuro en los próximos 5 a 10 años será de billones de dólares. Con este tipo de números, surge la pregunta: con más de $150 billones de criptomonedas que ya están en circulación, ¿por qué no podemos usarlas para pagar un café o una rebanada de pizza?
Si bien está claro que la única manera de que la criptomoneda evite caer en el olvido es permitiendo su adopción y aceptación generalizadas como un método de pago «real», la realidad es que la infraestructura y los protocolos no han sido implementados para fomentar su uso. De hecho, ha habido obstáculos aparentemente insuperables a los que se enfrentan los comerciantes para evitar que acepten las criptomonedas como forma de pago viable.
Cuatro de esas razones incluyen lo siguiente:
1. La alta volatilidad promueve la vulnerabilidad fiscal. Las empresas no son inversoras en criptomonedas y, por lo tanto, no se puede esperar que acepten pagos arriesgados que puedan ocasionar pérdidas financieras graves. Todas las empresas operan con costos de suministro, márgenes, etc. Por lo tanto, tendría poco sentido comercial asumir un riesgo de tal magnitud aceptando la criptografía como pago por sus bienes y servicios. ¿Qué sucede si un mecánico local acepta Bitcoin por varios trabajos grandes y luego el valor del Bitcoin cae un 20%? Esto deja a este tipo de propietarios de negocios, que tienen costos generales fijos, en un espacio vulnerable.
2. Escasos conocimientos técnicos. En términos generales, no se puede esperar que los operadores minoristas y los cajeros posean los conocimientos técnicos necesarios para procesar de manera segura una transacción en criptomonedas. Este es claramente uno de los mayores problemas que impiden la adopción de uso generalizado, ya que lidiar con las transacciones de criptomonedas requiere un nivel determinado de experiencia técnica que no todos los comerciantes tienen. El hecho es que cualquier persona nueva que se encuentre con una simple dirección de Bitcoin puede verse abrumada por su complejidad.
3. Confusión de marca. La misma palabra «crypto» sugiere críptico. Mezcle eso con todos los otros términos que se utilizan, incluida la moneda virtual, moneda digital, monedas alt y Bitcoin, y todo crea confusión. Será primordial para los expertos de la industria adoptar un lenguaje común para ser utilizado de manera consistente en el mercado masivo.
4. Entorno regulatorio incierto. Las regulaciones con respecto a las criptomonedas aún no están ni cerca de ser establecidas. Estas mismas reglamentaciones en realidad desalientan el uso de dichas monedas en un entorno B2C (negocio-cliente), considerándolas como un «riesgo innecesario» que puede llevar a problemas legales para cualquier negocio en el futuro.
Con información de Alex Mihaljcic, vicepresidente de desarrollo de productos de Eterbank.com, desarrollador de una terminal de punto de venta que permite el uso de la criptomoneda en el mercado económico común.