No quede atrapado en el torbellino emocional del divorcio y se olvide de proteger sus intereses financieros futuros.

Aun en una economía sólida, el divorcio suele ser difícil y costoso. Pero durante una recesión prolongada, puede ser económicamente devastador. Por ejemplo, supongamos que:—Ninguno de los cónyuges puede pagar la parte de la casa del otro y se ven obligados a vender la casa a pérdida —o incluso que se ejecute la hipoteca.
—Uno de los dos ha estado sin trabajo por mucho tiempo y ha acumulado muchas deudas.
—Uno o ambos tienen problemas para encontrar un seguro de salud privado que puedan pagar.
—Las cuentas de jubilación e inversión a las que aportaron juntos y que ahora tienen que dividir ya no tienen un valor significativo.

Ya en el caso de divorcios de común acuerdo, suele ser difícil recuperarse de cualquiera de estas situaciones. Pero si, además, su divorcio es controvertido, las costas legales pueden llegar a hundirlo todavía más.

Estos son algunos de los temas más importantes a tener en cuenta cuando se separa:

Hay muchos kits de “Divórciese usted mismo”, pero hasta las parejas con pocos bienes que se separan amigablemente necesitan la ayuda de un representante legal. Esto implica la contratación de un abogado especializado en divorcios que, al menos, prepare todos los papeles y se asegure de que usted no se haya olvidado de nada que pueda lamentar en el futuro.

Para evitar un conflicto de intereses, cada uno debe tener su propio abogado. Pida a sus amigos que le recomienden alguno, incluso a los que se han separado recientemente. Pida a algún abogado que conozca especializado en otra área que le recomiende a un buen abogado de divorcios. También puede recurrir al Colegio de Abogados, que cuenta con un motor de búsqueda para encontrar ayuda legal en todos los estados.

También puede ser útil consultar con un planificador financiero sobre cómo dividir equitativamente los bienes cuyo valor haya aumentado (o disminuido), cómo calcular la cuota alimentaria de sus hijos y asegurarse de estar bien protegida/o, y para que le explique las implicancias de los planes de jubilación y del Seguro Social.

Un buen planificador financiero puede hacerle ahorrar mucho dinero a largo plazo ayudándolo a evitar interminables peleas judiciales y delineando un plan para su seguridad financiera a futuro. Si no conoce a ninguno, puede recurrir a la Asociación de Planificación Financiera y al Instituto de Analistas Financieros de Divorcios.

Para proteger su calificación crediticia, cierre las cuentas bancarias o tarjetas de crédito conjuntas y abra nuevas a su nombre; de lo contrario, un ex cónyuge ensañado económicamente o con deseos de venganza podría acumular deudas en su nombre y arruinar su crédito. Asegúrese de que todas las cuentas cerradas estén saldadas, aun cuando tenga que transferir saldos a su nueva cuenta y pagarlos de su bolsillo, porque las cuentas morosas o los pagos atrasados de cualquiera de las partes en una cuenta conjunta —abierta o cerrada— dañará la calificación crediticia de ambos.

Consulte sus informes crediticios antes, durante y después del divorcio para saber si tiene alguna deuda pendiente y asegurarse de que todas las cuentas conjuntas se hayan cerrado. Las tres agencias crediticias más importantes, Equifax, Experian y TransUnion, no siempre listan las mismas cuentas; por eso, para estar seguro, solicite un informe a cada una. Puede pedir un informe gratuito por año o, con mayor frecuencia abonando un pequeño cargo a cada agencia.
No quede atrapado en el torbellino emocional del divorcio y se olvide de proteger sus intereses financieros futuros.

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