Preocúpese de sus empleados para que la transición sea sencilla
Tomar la decisión de vender una empresa puede ser una de las complejas a las que se puede enfrentar un empresario en la vida. A veces por agotamiento de la fórmula, por apuros financieros o simplemente porque ha llegado el momento, hay que saber manejar los pasos en esa operación y tener muy en cuenta factores fundamental como los empleados.
Ellos suelen ser el mayor capital que puede tener una compañía, por lo que siga algunos pasos fundamentales para evitar que se le salga el asunto de la manos.
Trate de ser transparente durante las negociaciones y mantenga informado a su personal. Será una señal que agradecerán, aunque procure no adelantar acontecimientos ni hablar antes de tiempo para que no cunda el pánico y baje la moral de la gente mientras dura la operación.
Trate de garantizar una transición segura para todos negociando la venta de su empresa con la otra parte para que se reduzcan los despidos, si que es se van a producir, y deje la puerta abierta a los que se quieran marchar para que agradezcan esa libertad que les ofrece. Nunca se sabe las vueltas que dá la vida y un buen gesto al final puede ser clave
Establezca una transición moderada en cuanto a tiempo para que el personal tenga tiempo de estudiar sus opciones. Una de las mejores maneras de mantener su equipo feliz es dar un ejemplo personal. La venta de su empresa no tiene por qué ser el final de todo. Planifique un período de transición de seis meses después de la venta de su empresa durante el cual haya pocos cambios. Asegúrese de que sus personas saben que usted todavía está en control de las operaciones del día a día y que sus empleos están a salvo. Al retirarse, hágalo con rapidez y decisión. Los rumores y la incertidumbre son los enemigos.