como proteger tu negocioCinco formas de proteger tu empresa y dejar herencia incluso sin ser ciudadano estadounidense

Si tienes tu propio negocio, lo que quieres es que se mantenga con el paso del tiempo. Hay muchos factores que no vamos a poder controlar por mucho que nos esforcemos: accidentes, desastres naturales, divorcios, fallecimientos, crisis y un largo etcétera. Pero lo que sí podemos hacer es poner todo nuestro empeño y usar las técnicas y herramientas que tenemos a la mano para que, cuando lleguen tiempos adversos, superarlos de la mejor forma posible, siempre protegiendo tu negocio y a los que van a seguir con él.

Hoy te presentamos cinco maneras diferentes de proteger tu negocio y prepararlo para tus futuros herederos de la mejor forma posible, aunque no seas ciudadano de Estados Unidos.

1.    Integra tu negocio en Estados Unidos. Lo primero es integrar tu negocio en el país norteamericano. Uno de los principales problemas que se pueden tener en cuanto a sociedad es superar las barreras del racismo e integrar las diferencias culturales de ambas partes para un fin común: ofrecer un servicio y disfrutar del servicio. Al fin y al cabo, de eso trata un negocio, de satisfacer las necesidades de tu público objetivo, sea de dónde sea.
Has de conocer cómo se trabaja en EEUU, como hacerte un hueco entre las empresas y los clientes, formar parte de su día a día y ser una parte esencial en su mercado.

2.    Transferir tu negocio a múltiples herederos. Suficientemente duro es mantener a flote tu negocio como para que a la hora de heredar surjan disputas entre los posibles herederos. Si solo tienes un hijo, no hay otra opción. Pero si tienes más pueden surgir distintas discrepancias.
Quizás alguno no quiera seguir formando parte del negocio, o no esté calificado para ello. Una de las mejores opciones es la de dejar a un hijo o hija como dueño del negocio y al resto compensarlo de forma equitativa, quizás con una segunda residencia o con dinero de la cuenta corriente. Hazlo con tiempo, no dejes que tengan que hacer ellos el papeleo y las divisiones.

3.    Protege tu negocio con un seguro. Hay negocios más arriesgados que otros, pero a veces ocurren hechos que no podemos evitar. Confirma de que tu seguro cubre posibles robos, negligencias por error, desastres naturales que nos destrocen el mobiliario o productos, seguros médicos y laborales de los trabajadores, vehículos y bajas laborales, principalmente. Entra en detalles específicos según dónde estés ubicado o a qué te dediques.

4.    Contrata buenos asesores fiscales, legales y financieros. Esta es una parte importante de tu estrategia para conservar tu empresa. Recurrir o no a profesionales puede marcar la diferencia entre el éxito o la bancarrota de tu negocio. Asegúrate de que tu asesor comprende tus necesidades y tu situación. Un buen profesional con experiencia a tu lado te va a ayudar a resolver situaciones complicadas, a tomar buenas decisiones y a hacer crecer tu negocio.

5.    Añade valor a tu negocio con procesos y sistemas. La planificación y el diseño de sistemas y procesos para las operaciones de tu negocio consisten en la disposición de tus empleados y la dirección, sus funciones y los requisitos de administración de la empresa. También se trata de tener en cuenta las instalaciones y el equipamiento, la gestión del inventario, así como las políticas y procesos de trabajo. Para ello tienes que analizar tu situación actual, establecer los objetivos, asignar responsabilidades, comunicar tu plan a todas las partes implicadas y comunicar a los empleados el alcance de objetivos.

Sabemos que tu negocio es parte de ti, algo a lo que le has dedicado años y paciencia. No dejes que una mala gestión o una baja previsión lo eche todo a perder. Estas son algunas de las cinco maneras que puedes aplicar para proteger tu negocio. La responsabilidad de uno mismo como dueño de un negocio es la clave para su protección.

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