Mezclar trabajo y placer no siempre tiene por qué estar reñido. Eventos de las compañías, intercambio de regalos, la cena de Navidad con compañeros de trabajo…Un buen momento para mejorar relaciones con sus supervisores, pero también una causa de estrés.
Es curioso el efecto boomerang que estos eventos o fiestas provocan, y es que, 1 de cada 10 empleados reconoce que ha tenido una conducta reprobable en alguno de ellos según una encuesta de Monster.com. La liberación de adrenalina que se produce en una cena de Navidad o la excitación de preparar un regalo puede hacerle perder la perspectiva de que, realmente, sus acompañantes, son sus jefes.
Eventos de Navidad en el trabajo
1. Regalos
Muchas veces una condición impuesta por la compañía, otras, una organización desastrosa con regalos dispares en precio y calidad. Ninguna de las dos, como imaginaban, correcta.
Le recomendamos que, si es que va a organizar una cena de navidad u otro de estos eventos, lo haga fuera de la oficina, en un ambiente distendido, y con una temática o un límite de presupuesto, de forma que todos tengan una orientación o línea a seguir.
Otro caso es el del jefe de la empresa, el cuál nunca debería agradecer a sus empleados el trabajo de todo el año mediante regalos impersonales como agendas o calendarios, puede crear la instatisfacción del empleado. Esfuércese, interésese por su empleado y regálele algo que realmente aprecie, de esta manera obtendrá, además, la recompensa de su trabajo para el próximo año. Un empleado contento es un empleado productivo.
2. La fiesta
Un año de duro trabajo no puede ser manchado por una noche de desenfreno. Tenga en cuenta, sobre todo si a su cena de navidad acuden sus superiores, que su actuación y comportamiento puede crear una imagen de usted que antes no tenía, y que, esta, puede no serle para nada beneficiosa.
No crea que una fiesta de este tipo está exenta de motivos laborales. Al contrario, una cena de navidad puede ser la mejor oportunidad que puede tener para conocer al jefe del departamento en el que siempre le habría gustado trabajar, o el momento de poder explicar a su supervisor ese proyecto que tienes en mente desde hace meses y nunca ha encontrado el momento de expresar.
3. Vacaciones
Una de las más grandes épocas de vacaciones es esta, dónde se produce la solicitud de millones de días libres, para disfrutar de la familia, amigos, o para simplemente descansar. Sin embargo, la demanda del producto o servicio que ofrece su empresa no cesa, por lo que es importante que, para que todo siga su curso normal y evitar la «resaca» de las fiestas en el trabajo, informe con antelación de su periodo de vacaciones y que, de este modo, alguien pueda hacer su función durante su ausencia.