Los trabajadores independientes deben estar preparados para pagos complejos y numerosos formularios
Calcular el impuesto a las ganancias es un verdadero incordio, aun cuando su situación no fuera complicada y le bastara con presentar solo el Formulario 1040EZ. Y si usted es trabajador autónomo, prepárese para más complicaciones, ya que no solo tiene que presentar una declaración anual con numerosos formularios y papeles adicionales, sino que además debe pagar impuestos trimestrales estimados, lo que puede implicar que deba pagar una cantidad importante de dinero antes de que sus clientes salden sus cuentas.
A esto súmele el pago de su propio seguro de salud y de retiro. Aquí es cuando comenzará a extrañar el tener un empleador que maneje parte de sus cuestiones financieras. (Aunque muchas personas deciden ser trabajadores independientes precisamente para tomar sus propias decisiones).
Cosas a recordar al hacer sus presentaciones fiscales
En primer lugar, hay una novedad que podría ser buena para los contribuyentes que reclamen una deducción por trabajar desde el hogar: Ahora se puede elegir entre el método tradicional para calcular el uso comercial de su hogar (para el que hay que realizar numerosos cálculos, presentar el costoso Formulario 8829 del IRS y conservar registros durante años) y una opción simplificada.
Con el nuevo método llamado “puerto seguro”, se puede reclamar simplemente una deducción estándar de $5 por cada pie cuadrado de la casa que se utilice exclusiva y regularmente para la actividad comercial, hasta un máximo de 300 pies cuadrados –un límite de $1.500.
A diferencia del método tradicional, en el que se deben calcular los gastos reales de la parte de la casa que se utiliza como oficina, expresados como un porcentaje de los pies cuadrados que ocupa dicha oficina. Por ejemplo, si su oficina ocupa el 12 por ciento de su casa, usted puede deducir el 12 por ciento de su factura de electricidad.
Algunos otros detalles más:
—Se puede elegir cualquiera de los dos métodos año tras año, pero una vez elegido uno de los métodos para un determinado año fiscal, es irrevocable.
—Con el método “puerto seguro”, no se puede depreciar la parte de la casa usada como oficina en ese año en particular.
—Con el nuevo método, se puede seguir reclamando el interés hipotecario correspondiente, los impuestos inmobiliarios y las pérdidas del seguro como deducciones pormenorizadas en el Anexo A. Estas deducciones no deben dividirse entre uso personal y comercial, como sucede con el método tradicional.
Deberá sopesar si el tiempo que se ahorra en llevar registros justifica la posible menor deducción, especialmente si tiene una oficina grande en su casa o deducciones importantes. Una sugerencia: vea cuál fue su deducción el año pasado y compárelo con la deducción que habría obtenido de haber usado el cálculo de $5 por pie cuadrado, teniendo en cuenta el tiempo empleado en hacer los cálculos.
Otras consideraciones sobre las presentaciones fiscales de los autónomos
—Además de la deducción por trabajar desde la casa, por lo general se pueden deducir muchos otros gastos relacionados con el trabajo, como los honorarios legales y contables, las tasas y suscripciones profesionales, el seguro y las licencias comerciales, la educación y capacitación profesional, los equipos y software profesionales, los costos de mantenimiento y reparación, y los gastos de combustible, viajes y entretenimiento relacionados con el trabajo.
—También se puede deducir el costo total de la prima del seguro médico, odontológico, oftalmológico y atención a largo plazo suya, de su cónyuge y sus dependientes, aun cuando no se detallen las deducciones.
—Para más detalles sobre los gastos y deducciones comerciales, lea la Publicación 535 del IRS (www.irs.gov). Además, visite el Centro Fiscal para Trabajadores Autónomos del IRS.
Conclusión: El impuesto a las ganancias suele ser más complicado para los trabajadores autónomos y es fundamental llevar y conservar todos los registros. A menos que usted sea un mago o tenga los mejores programas de contabilidad, conviene contratar a un profesional o a un planificador financiero especializado en cuestiones del trabajo autónomo. Las penalidades y costos que pueden ayudarle a evitar, y las deducciones ocultas que pueden llegar a encontrar, seguramente compensarán de sobra sus honorarios.