Según un informe, muchas pequeñas empresas son blanco del fisco, aunque muchas investigaciones no acarrean sanción alguna
Los pequeños negocios tienen motivos para temer un poco menos al Servicio de Rentas Internas, conocido popularmente como IRS. De acuerdo a un estudio, la mayoría de las auditorías realizadas por la administración estadounidense acaban en nada, es decir, en cuentas claras, libros en orden y nada que declarar.
En total, casi dos tercios (el 62 por ciento) de esas revisiones encargadas por el fisco estadounidense el año pasado resultaron benignas para las pequeñas empresas escudriñadas, lo que ha despertado críticas sobre la falta de eficiencia de los recursos destinados por ese departamento en su afán de recaudar dinero y encontrar irregularidades.
Especialmente en las empresas registradas como «S», la mayoría de las cuales nunca pasan de los 10 millones de dólares anuales en facturación, por lo que la posibilidad de que las penalidades sean cuantiosas disminuye. El IRS, sin embargo, lo justifica por el hecho de que esa clase de empresas están aumentando a mayor ritmo que las tipo C.
En total, el IRS ayuda a 57 millones de pequeñas empresas o trabajadores independientes con sus impuestos con una subdivisión, aunque de acuerdo al informe, no se dieron pistas de cuáles son los factores que disparan esas auditorías.