La escalada de precios para locales comerciales y vivienda parece a punto de comenzar, por lo que podría ser una buena oportunidad financiera
Seis años más tarde del hundimiento del mercado inmobiliario, y con él, del resto de la economía estadounidense, parece que se ha instalado una tendencia positiva en el sector de la vivienda. Los precios a nivel nacional llevan meses en constante crecimiento, una señal que los expertos entienden como la oportunidad para comprar antes de que sea demasiado tarde.
El índice compuesto S&P/Case Shiller sobre precios de casas en 20 áreas metropolitanas subió un 1.1 por ciento en marzo sobre una base desestacionalizada en comparación con febrero, superando las expectativas de los analistas de un avance de un 1.0 por ciento. Los precios en 20 ciudades saltaron un 10.9 por ciento anual, más que el 10.2 por ciento pronosticado por los analistas, en su mayor incremento desde abril del 2006. Las 20 ciudades cubiertas en el indicador vieron alzas anuales por tercer mes consecutivo. Los precios promedio de las casas en marzo volvieron a sus niveles de fines del 2003.
Los precios en Phoenix continuaron su fuerte ascenso, con un alza de un 22.5 por ciento interanual. Otras lecturas destacadas incluyeron a San Francisco, con un avance interanual de un 22.2 por ciento, Las Vegas, con un incremento de un 20.6 por ciento y Los Angeles, con un 16,6 por ciento.
El mercado inmobiliario estadounidense dio un giro en el 2012, después de varios años de su colapso. La recuperación se ha acelerado desde entonces debido a un ajuste de inventarios, a una disminución de las ejecuciones hipotecarias y a que las bajas tasas hipotecarias han atraído a compradores. Para el primer trimestre de este año, el índice nacional desestacionalizado subió un 3.9 por ciento, más que el avance de un 2.4 por ciento visto en el último trimestre del año pasado.
El dato no tuvo mayor repercusión en los mercados financieros. Las acciones estadounidenses abrieron al alza debido a que comentarios de bancos centrales en todo el mundo tranquilizaron a los inversores respecto a que se mantendrán las políticas monetarias expansivas.