Pocos podían prever que la erupción de un volcán en Islandia pudiera causar tantos problemas a la economía europea.
El comisario europeo de Transporte, Siim Kallas, estimó esta semana que el impacto económico que tendrá para las aerolíneas el cierre del espacio aéreo por que las cenizas del volcán superarán el provocado por los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
El Ejecutivo comunitario informó de que ha abierto una investigación para determinar a cuánto ascienden las pérdidas y confió en tener una primera evaluación esta semana para poder «responder adecuadamente a la crisis» y de forma coordinada.
El comisario explicó en rueda de prensa que para evitar que las consecuencias económicas sean cada vez mayores es necesario reanudar los vuelos lo antes posible siempre sin perder de vista que «lo primero es la seguridad».
Bruselas calcula que una vez se tome la decisión de reabrir el espacio aéreo, llevará entre tres y cuatro días a las compañías aéreas volver a prestar sus servicios con normalidad.
Una vez que la Comisión Europea (CE) tenga una estimación del impacto estudiará cómo puede ayudar al sector a afrontar las pérdidas, pero las peticiones de ayuda debe venir de los países miembros y deben realizarse respetando las reglas de competencia de la Unión Europea (UE), recalcó Kallas.