Ayudar a un amigo puede ser importante en tiempos de crisis, pero ojo con la manera de hacerlo. Aplicar la táctica adecuada puede ser fundamental.
Destierre el sentimiento de culpa por ser un sobreviviente. El hecho de que un amigo o compañero de trabajo haya perdido su empleo no significa que usted no pueda hablar acerca del suyo. El trabajo es parte de la vida y un tema natural de conversación, por lo tanto, evitarlo a propósito no pasará desapercibido y podría crear incomodidad. Sólo trate de evitar que los asuntos de trabajo predominen en su conversación.
Hable con cautela. Es natural que los compañeros de trabajo desempleados quieran desahogarse acerca de sus ex empleadores. Sepa escuchar, sea discreto y tenga cuidado al participar de la conversación. Y, en caso de ser usted la persona que se está desahogando, trate de evitar que sus colegas se sientan incómodos. Además, usted nunca sabe quién puede estar sentado en la mesa de al lado.
Únase a la búsqueda de empleo. Si está desempleado, no dude en establecer redes con amigos, familiares y ex colegas. Sólo no dependa demasiado de su ayuda; usted es quien debe abrirse camino. Del mismo modo, si quien está en la búsqueda de trabajo es su amigo, evalúe si está interesado en escuchar sobre orientación laboral y sepa cuándo no intervenir. Puede ofrecerse para ayudar a revisar su currículum vitae, practicar destrezas para las entrevistas o simplemente divertirse amigablemente.
Expanda sus actividades sociales. Esto no significa que deba suspender las salidas de compras o para comer afuera con un amigo recientemente desempleado si es lo que acostumbraban hacer. Pero sugiera otras opciones menos costosas y deje que su amigo decida. Por ejemplo, busque restaurantes más asequibles, disfrute de visitas gratuitas a museos o simplemente salgan a caminar. Si desea hacerse cargo de los gastos, propóngalo abiertamente para evitar cualquier duda, y muéstrese amable ya sea que la invitación sea aceptada o rechazada.
Tomar dinero en préstamo, o prestar. Este es un tema particularmente delicado, sin importar de qué lado esté usted. Es difícil darle la espalda a un amigo necesitado, pero mucha gente no puede poner en riesgo sus propias finanzas por un préstamo personal – sin mencionar los posibles resentimientos en caso de que alguien no cumpla con el pago.
Cuando usted o un amigo tienen dificultades financieras, lo mejor que se puede hacer es ser honesto, considerado y lo más importante, estar allí para brindarse apoyo.