Algunos expertos recomiendan sentarse una vez a la semana a hablar de economía con su mujer o compañera sentimental, con el fin de mantener el equilibrio
Cuando usted y su cónyuge celebren el Día de San Valentín con una cena románticaa la luz de las velas, posiblemente desee evitar temas anti-románticos como, por ejemplo, “cariño, conversemos acerca de nuestro futuro financiero”. Pero en realidad, debería mantener esa conversación antes de que sea tarde, para que su relación continúe en buenas condiciones.
Los cambios más importantes de la vida exigen revaluar la manera de administrar las finanzas familiares. Desafortunadamente, muchas parejas no dedican tiempo a planificar con antelación y más adelante las situaciones los toman desprevenidos como por ejemplo, la llegada de los hijos, el envejecimiento de los padres, prever para emergencias, cambiar de trabajo y fijar metas para la jubilación.
Si últimamente no tuvo una conversación sincera sobre las finanzas y no sabe cómo avanzar, a continuación encontrará algunas sugerencias:
Programe una “cita” financiera
Incluso si están completamente de acuerdo con respecto a las cuestiones financieras, el “contador” de la familia debe mantener informado a su cónyuge, de modo que si surge alguna emergencia, podrán tomar el control de la situación. Establezca reuniones regulares para conversar sobre los pagos, el progreso o las dificultades con respecto a las metas de ahorros, fijar presupuestos para próximos gastos y diseñar estrategias para afrontar gastos imprevistos.
No posponga las conversaciones que suelen incomodar
Si alguno de los dos accidentalmente olvida realizar un pago o le rechazan un cheque, no espere hasta la próxima reunión financiera para tratar el asunto ni intente ocultar el problema. Solo empeorará las cosas y creará un ambiente de desconfianza. Confiese y solucione el asunto de inmediato, incluso podría ahorrarse mayores cargos por mora o multas.
Sean unidos
Cuando las noticias no son buenas, supongamos que los saldos de su cuenta 401(k) se redujeron el último trimestre o uno de ustedes perdió el trabajo, la comunicación es lo más importante. Ya sea que deba ajustar temporalmente el presupuesto o tomar una decisión importante que cambiará el rumbo de su vida como por ejemplo, posponer la jubilación, convérselo y esté preparado para asumir el compromiso, para que después ninguno de los dos sea el malo de la película.
Reafirme sus metas
Las parejas a menudo comienzan con una única estrategia pero cuando la vida da un giro inesperado, las metas cambian. Comuníquense periódicamente cómo se sienten con respecto a los asuntos importantes, como ser el tamaño de la familia, la compra de vivienda propia, los cambios laborales, la financiación de la educación universitaria de los niños (o de ustedes mismos), el apetito de riesgo financiero, cuándo y dónde se jubilarán y el cuidado de los padres ancianos.
Mantenga actualizados los documentos legales
Verifique que sus documentos legales y financieros estén actualizados y reflejen sus deseos actuales, como por ejemplo, testamentos, poderes financieros y médicos, pólizas de seguro de vida, cuentas de jubilación, fondos de inversión y otras cuentas donde se nombre a beneficiarios o personas con control sobre su salud o finanzas.
Apéguese a su presupuesto
Algunos de los peores desacuerdos matrimoniales surgen cuando una o ambas partes boicotean el presupuesto familiar. Si todavía no tiene un presupuesto, hay muchas herramientas gratuitas disponibles para hacerlo. Consulte el sitio mymoney.gov del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, mint.com y Practical Money Skills for Life, un sitio gratuito de administración financiera personal de Visa Inc.