foto-nueva

Bricia López, chef y empresaria, gestiona junto a sus hermanos el que dicen es el mejor restaurante mexicano de Los Angeles

Bricia López es la cara de una nueva generación de empresarios al frente del que muchos dicen es el mejor restaurante mexicano de Los Angeles. No solo eso, López es también la chef del restaurante en cuestión, La Guelaguetza, conocido en toda la región por sus moles y sus platillos típicos de cocina oaxaqueña.

López, que trabaja con sus dos hermanos, le compró el restaurante a sus padres hace unos años. “Mi padre trabajó toda la vida, desde que tenía 10 años, y ya quería retirarse”, confiesa López. Así que se quedaron con el negocio familiar con la intención de no dejarlo caer tras la sacudida de la recesión y con ganas de llevarlo al siguiente nivel.

Los tres tienen estudios superiores, combinando conocimientos de manejo de empresas, finanzas y contabilidad, una buena base para lo que ahora se traen entre manos. Además de mantener el ritmo de clientes que abarrotan el local de la Olympic Boulevard cada fin de semana, han lanzado dos nuevos productos.

El primero es una michelada marca de la casa que ya se encuentra en varias cadenas de supermercados, Northgate y Vallarta entre ellos. Después están sus famosos moles, el negro, el rojo y el coloradito. “La marca se llama I love micheladas y esperamos llegar a la mayor cantidad de gente posible, con eso y con nuestros moles, una forma de extender nuestro alcance con el público más allá del restaurante”, explica López, que confiesa que la parte de los negocios le quita más tiempo del que quisiera para poder ocuparse de su gran pasión: la cocina.

“Es cierto que la parte del negocio me absorbe más tiempo que la cocina, pero no podría llevar mi negocio donde está si no fuera así. La cocina es una pasión que disfruto y que no quiero verlo como trabajo”, explica.

Aún así, López es la imagen del restaurante y de los platillos que de allí salen sin cesar, y por eso no quiero alejarse demasiado. “Siempre estoy involucrada en ese proceso. Me gusta atender a la gente y ser creativa, crear platos nuevos”. Explica además que lo aprendió todo en la cocina, asesorada por su madre, que es un gran cocinera, según dice. “Ningún colegio te puede preparar para lo que la vida te ofrece”, sentencia.

Después de explicar eso se levanta y va hacia la cocina. Unos minutos más tarde sale con un tamal con mole, uno de sus platos favoritos de cara a la Navidad. “Mi padre siempre me enseñó que la comida tiene que saber a lo que tiene que saber, porque si no los clientes no vuelven. Este tamal es un buen ejemplo, es algo sagrado para mí. Representan nuestra cultura, la de Oaxaca, la de las mujeres que se juntan para cocinarlos. El tamal es una expresión profunda de la cocina mexicana”. De hecho, las conocidas salsas Las Palmas se han aliado con ella para que desarrolle varias recetas, entre ellas un tamal rojo con carnitas, perfecto para la época festiva.

Esa pasión que profesa hacia lo suyo se respira en el restaurante, donde ya hay varias mesas llenas a las 11 de la mañana de un jueves. “Si no haces reserva, puedes esperar hasta dos horas por una mesa en un fin de semana”, relata.

Por eso cabría pensar en la opción de abrir un nuevo local. Es algo, sin embargo, que López descarta de momento. “Es difícil replicar la esencia de este lugar. La Guelguetza es único. Si abrimos otro va a ser difícil que tenga el mismo sabor. Puede tener que ver con el lugar, con las cazuelas que ya tienen el sabor, no lo sé, pero somos felices con lo que tenemos”.

@pscarpe

Share.

Inscríbase a nuestro boletín

Reciba todos los artículos más importantes a su email