Los mexicanos que viven en Estados Unidos siguen haciendo envíos de dinero a sus familiares en México, una dinámica que sigue siendo un factor positivo para le economía del vecino país del sur, que basa en la actividad de las remesas la segunda entrada de divisas más importante, después de la exportación de automóviles.
Las cifras se basan en los datos que el Banco de México emitió en su reporte mensual, mismo que indica que en los primeros cinco meses de 2018 el envío de remesas fue de 13.104 millones de dólares. En el mismo periodo de 2019 los números alcanzaron los 13.724 millones de dólares, lo que supone un aumento del 4,74% respecto al mismo periodo de 2018.
Un dato que llama la atención es que la mayoría de esos envíos de dinero se hicieron a través de transferencias electrónicas. También se reveló que el envío promedio hasta lo que va del año es de 318 dólares, superando los 314 del año pasado. En cuanto al número de operaciones, pasó de 41,14 a 42,64 millones.
En términos generales, México recibió en 2018 un total de 33.470 millones de dólares de sus ciudadanos residentes en el extranjero, y en 2017 las remesas sumaron 30.291 millones de dólares.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha recordado en muchas ocasiones la importancia de las remesas para centenares de miles de familias en México.
En la 82 convención bancaria, celebrada a mediados de marzo en el balneario de Acapulco, insistió que la reducción de los costos de las comisiones bancarias se debe regular con una mayor competencia, y abrió la puerta a que se creen nuevos bancos regionales.
Por ello, animó a los bancos a «competir» entre ellos y se comprometió a regresar a la convención del próximo año para «reconocer al banco que mejor trató a nuestros paisanos que envían remesas a sus familiares».
