Líder de televisión por cable, y empezó en un garaje

Lleva años manejándose con habilidad en tejados, balcones y ventanas y sabe mejor que nadie cómo captar la mejor señal de televisión. No en vano es dueño de unas de las franquicias de instalación de televisión por cablemás poderosa del país. En concreto, la suya es la número dos en venta de paquetes hispanos en todo el país para Direct TV, toda una hazaña que Federico Moscoso y su socio, Daniel Guerra, comenzaron en el garaje de su casa.Ya llevan tres años y medio como distribuidores, asesorando al cliente que quiere el mejor servicio de televisiónpor el menor precio posible, que varía entre los paquetes en español o en inglés, la alta definición o la inclusión de un DVR, un aparato que permite grabar cualquier programa que se emite en el servicio.En un tiempo récord —aunque Moscoso lleva como instalador más de 20 años— han conseguido convertirse en los líderes indiscutibles de esta costa en el llamado Direct TV más, dirigido al público hispano. “En ocasiones somos el número uno, dependiendo del mes”, explica el empresario mexicano, emigrado a Estados Unidos en 1986. La competencia es dura con otro concesionario en Nueva York, con el que alternan la primera posición del ránking.

Lo importante es que este año van muy bien, con 1,600 nuevas cuentas vendidas, camino de superar el récord del año pasado con 5,400, con el factor del Mundial de Sudáfrica ayudando a alcanzar la meta.

Su ventaja es que tienen detrás la marca y que los precios no son negociables, por lo que sus márgenes ya están establecidos, aunque pueden hacer la diferencia en el servicio que ofrecen y en los precios de la instalación. De hecho, ambos dicen que la clave de su éxito es la atención al cliente y el servicio.

“Lo más llamativo es el precio, aunque nuestra obligación no es solo venderles sino instruirles. Creo que la población hispana no está bien informada, y en parte ese es nuestro objetivo”, explica Guerra, cuñado de Moscoso además de socio.

Por eso hacen un seguimiento a los dos meses y luego a los seis para evitar que los clientes se desconecten o no estén contentos. “Muchos van al Best Buy a comprar un televisor y luego en casa no lo ven igual y se quejan. Por eso les explicamos que el paquete básico no tiene alta definición, necesario para ver los canales de la mejor forma posible”, explica Guerra.

El bajo nivel de desconexiones —es decir, de aquellos que llaman para dar de baja del servicio—, les ha permitido ser un concesionario nacional, de tal forma que pueden vender servicios en Miami o en Alaska sin que se pierda la operación, aunque la instalación la delegan a Direct TV.

En total tienen 19 empleados, en parte empleados en dos ‘call centers’ para atender los pedidos y después instaladores y gente de administración. Este año acaban de inaugurar un nuevo local, señal de su ascensión imparable entre un público ávido de los canales de sus países y de un precio que les dispare el presupuesto.

Y eso que empezaron en el garaje de su casa, y de una forma más bien fortuita. Cuenta Moscoso que, justo después de comprar su primera vivienda, su esposa le mandó a comprar una podadora de césped y volvió con una parabólica. “Entonces me costó 1,000 dólares. Recuerdo que me pasé el fin de semana instalándolo y cuando llamé a Direct TV para conectarlo, me preguntaron que quién me lo había hecho. Así fue como me dieron la posiblidad de ser técnico de ese servicio de cable”, uno de los favoritos entre los hispanos de todo el país.

Este ingeniero electrónico, licenciado en la ciudad de México, ha estado con Direct TV desde que comenzaron su andanza en el mercado hace 16 años. Quizá por eso sabe más que nadie del asunto y por eso está en el mejor momento de su carrera, con un futuro prometedor.

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