Por sorprendente que pueda parecer por la fuerza de los números que los acompañan, no todo el mundo en Estados Unidos tiene claro que el impacto de los inmigrantes sea positivo en la economía. De hecho, el 51 por ciento a nivel nacional respondieron que no a la pregunta de si son beneficiosos para la economía. Sin embargo, los californianos tienen una opinión más favorable sobre los trabajadores que llegan del extranjero, con un 59 por ciento mostrándose de acuerdo con su presencia y su impacto positivo en la sociedad.
Eso de acuerdo a un estudio elaborado por la Universidad del Sur de California y el Los Angeles Times, que también indica que existe un sentimiento, por parte del 41 por ciento, de que los inmigrantes les ponen las cosas más complicadas financieramente a los nacidos aquí, frente al 39 por ciento que aseguran que no significan ninguna diferencia en ese aspecto.
«No es una sorpresa que los californianos se muestran mucho más positivos sobre los beneficios de la inmigración que el resto de los encuestados a nivel nacional, pero incluso en nuestro estado la gente puede pensar que la inmigración puede suponer retos económicos también», indicó Dan Schnur, director del instituto de política Jesse M. Unruh de USC.
La otra preocupación que refleja la encuesta es la injusticia entre clases, el hecho de que el sistema esté enfocado para favorecer a los más ricos. Es algo que piensa el 59 por ciento, coincidiendo con el 44 por ciento de los ciudadanos, que creen que el Gobierno representa un obstáculo para sus aspiraciones económicas.
Pese a las reticencias frente a la inmigración, la realidad es que segmentos de la población como los latinos tienen una aportación superior al trillón de dólares para la economía americana, con un crecimiento imparable de empresas, tres veces mayor que el ritmo de la mayoría anglosajona.
