La crisis ha traido un nuevo fenómeno, padres que vuelven a vivir con los hijos ahogados por la falta de capital para el retiro. Pero hay que tener en cuenta varios factores antes de crear ese nuevo tipo de hogar.
Hijos que regresan a vivir con los padres. Probablemente ha leído artículos sobre ellos o incluso puede tener uno viviendo en su casa. Es cuando los padres abren de nuevo sus nidos previamente vacíos a los hijos adultos que intentan pagar préstamos o cuentas de estudiante, ahorrar para un pago inicial o apertrecharse después de perder su trabajo por una crisis que cada vez aprieta más.
Recientemente, una tendencia similar – aunque invertida – ha emergido en la cual millones de padres mayores se han mudado a vivir con los hijos adultos. Los científicos sociales los denominan «padres bumerang«.
Existen numerosas razones para esta rotación social: Las reservas de muchas personas han disminuido tan significativamente que ya no pueden permitirse necesidades básicas como alquiler, alimento y medicina. Otros han visto su patrimonio disminuir debido a la caída valores inmobiliarios o por solicitar préstamos demasiado altos con su capital inmobiliario. Y a otros no les alcanza para las residencias para jubilados o geriátricos y no tienen a dónde ir.
Las múltiples generaciones que viven juntas son nada nuevo, especialmente en ciertas culturas. Pero para los miembros de la familia acostumbrados a su propia independencia, vivir juntos nuevamente puede generar tensiones emocionales – y financieras – en sus relaciones.
Aquí se encuentran algunas cosas a considerar antes de fusionar hogares:
Comunicaciones abiertas
Así como en el matrimonio, debe analizar sinceramente cualquier asunto o conflicto de personalidad potencial y arreglar desacuerdos anteriores antes de mudarse juntos. Los hijos adultos así como los padres están acostumbrados a dirigir sus casas de cierta manera, así que la flexibilidad y el respecto mutuo son esenciales.
Fije las reglas de la casa
Asegúrese de que ambas partes entiendan los términos de su «contrato» para vivir juntos. Por ejemplo:
- Considere repartir las tareas y las responsabilidades, teniendo en cuenta las limitaciones físicas.
- Distribuya y programe el espacio para asegurar la privacidad de cada uno, incluyendo la de los niños jóvenes de la casa.
- Si tiene una historia de discusiones, acuerde qué temas se encuentran fueras de los límites.
- Si los abuelos deben proporcionar al cuidado de los niños, fije los límites sobre lo qué espera para que ninguna de las dos partes sienta que se han aprovechado de ella.
- Si cuidará a padres mayores, asegúrese de incorporar un tiempo de descarga adecuado para no sentirse abrumado.
Discuta las finanzas con franqueza
Que el hecho de vivir juntos sea al menos en parte para economizar, mediante el pago de las cuentas o el aumento de los ahorros. Pero no confunda el alquiler libre como licencia para gastar dinero a lo loco. Es probable que desee desarrollar un presupuesto doméstico común, identificando fuentes de ingresos, costos compartidos y metas de ahorros para cada parte.
El sitio gratuito de gerencia financiera personal de Visa Inc., Destrezas Prácticas para el Manejo de Dinero de por Vida, presenta una guía paso a paso para elaborar un presupuesto, que incluye varias calculadoras de presupuesto interactivas. El sitio también ofrece una descripción exhaustiva de las consideraciones que las personas enfrentan al jubilarse, que es útil tanto para los padres como para sus hijos adultos.
Entienda las implicaciones del impuesto
Si se convierte en cuidador primario de sus padres y proporciona más de la mitad de su sostén anual, puede poder presentarlos como dependientes, lo que podría bajar significativamente su impuesto sobre la renta. Las reglas son complicadas, así que consulte un profesional en impuestos o revise la Publicación 503 en el sitio Web de IRS para ver si califica.
Existen muchas recompensas personales y financieras potenciales al convertirse en una familia de bumerang. Sólo asegúrese de entender todas las implicaciones antes de firmar.