Manejar decisiones económicas futuras puede requerir de un experto que sepa manejar la actual situación que atraviesa el país
No es raro que nos sintamos abrumados por la cantidad de decisiones importantes que debemos tomar con respecto a las cuentas de jubilación, inversiones, ahorros para la universidad y otros asuntos financieros complicados. Ése es uno de los motivos por los cuales cada vez más gente acude a los asesores financieros profesionales que les ayudan a navegar por este mundo económico cada vez más complejo. Y no son sólo las personas pudientes quienes contratan estos servicios; muchas familias de clase media también están acudiendo a la asesoría financiera externa.
Algunas personas solamente necesitan una opinión objetiva por única vez para consultar si su plan financiero actual satisfará sus necesidades futuras, se trate de ahorros o de la jubilación, de la compra de una vivienda o para crear un fondo de emergencia. Otros todavía ni siquiera comenzaron a elaborar un plan y no saben por dónde comenzar.
A continuación, algunas sugerencias para hallar el asesor financiero adecuado:
Cuando busque un asesor financiero, fíjese que sea una persona bien calificada en su campo, con una ética y conducta profesional irreprochable y con quien se sienta cómodo para conversar sus asuntos financieros íntimos. Busque a alguien que haga preguntas de sondeo, que escuche sus necesidades y preocupaciones, que no intente venderle productos o servicios innecesarios y que pueda explicarle con claridad los posibles riesgos y beneficios de cada acción recomendada.
Pida referencias a amigos de confianza, familiares, compañeros de trabajo y profesionales como ser contadores y abogados. Averigüe qué tomaron en cuenta ellos al elegir a sus planificadores financieros y si están satisfechos con los resultados.
Entreviste al menos a tres candidatos. La mayoría de los profesionales brindan una consulta inicial gratuita o a bajo costo y podrían pedirle que complete un cuestionario detallado con antelación como guía para la consulta. Prepare sus preguntas, como por ejemplo:
—Experiencia laboral – cuánto tiempo hace que ejercen, tipos de clientes, área de especialización, etc.
—Calificaciones, como ser educación, licencias, credenciales y otras certificaciones.
—Honorarios – si cobran por hora, si tienen un honorario fijo por tarea, comisión o una combinación de honorarios y comisiones.
—Servicios y productos que ofrecen – algunas personas creen que es un conflicto de interés que los asesores cobren comisiones por los productos que recomiendan, por lo tanto, solicite un detalle completo en caso de que “sólo cobren honorarios”.
—Referencias de clientes y ex clientes.
—Si tiene más preguntas, visite el sitio de la Comisión de Valores y Bolsa y la Junta de Normas para Planificadores Financieros Certificados.
Muchos tipos de profesionales se autodenominan planificadores financieros, pero la capacitación y especialización varía significativamente – algunos son básicamente vendedores. Algunas designaciones comunes son: Planificador Financiero Certificado, Consultor Financiero Certificado, Contador Público Certificado/Especialista Financiero Personal, Asesor Financiero Registrado en NAPFA, y la lista podría continuar.
La mayoría de los grupos que certifican planificadores financieros poseen sus propios requisitos de acreditación y normas éticas, pero los requisitos de capacitación y experiencia varían. Algunos recursos recomendables para conocer más acerca de los diferentes tipos de planificadores financieros, y para encontrar profesionales locales, son la Financial Planning Association, National Association of Personal Financial Advisors, y Certified Financial Planner Board of Standards.
Antes de contratar un asesor financiero, investigue su historial y antecedentes disciplinarios, y también los de su compañía. CFP Board of Standards brinda enlaces hacia los correspondientes organismos de control (www.cfp.net/learn/knowledgebase.asp?id=7).
Se debe tomar en cuenta diversas consideraciones al momento de contratar un asesor financiero, pero vale la pena el esfuerzo. Usted no pondría su salud en manos de un doctor en quien no confía, lo mismo aplica para el experto que lo asesorará en asuntos relacionados con el dinero que tanto le costó ganar.